¿Qué significa Efesios 4:31?
Pablo enumera seis áreas del pecado que los cristianos deberían hacer un esfuerzo consciente para evitar a toda costa.Primero está la amargura, la cual es un defecto que se muestra a través de nuestra actitud y que puede causarles problemas a otras personas (Hechos 8:23; Romanos 3:14; Hebreos 12:15). La amargura está estrechamente relacionada con los celos (Romanos 13:13) y la insatisfacción (1 Timoteo 6:6).
Después, Pablo dice que hay que evitar el enojo. El término griego aquí es thymos, que implica algo ardiente, feroz o apasionado. Este tipo de enojo podría entenderse también como la rabia. El tipo de enojo que se desborda hasta el punto de descontrolarnos, haciéndonos actuar de manera salvaje o descuidada, no es un tipo de ira que se pueda justificar, sino el tipo de "enojo" que debe evitarse.
En tercer lugar, Pablo habla sobre la ira. Pablo nos ha dejado claro que no toda ira es pecado (Efesios 4:26). Y, sin embargo, Pablo dice aquí que la ira es algo que se debe "desechar". Aunque existe un tipo de ira "justa", ese tipo de sentimiento es temporal, surge dentro de una situación específica y está basado en el hecho de saber lo que está bien y lo que está mal. El momento en el que Jesús volcó las mesas del templo es un ejemplo clásico de este tipo de ira "justa" (Juan 2:13–17). En cambio, Pablo está hablando aquí del tipo de ira que es mundana, la cual es el resultado de las frustraciones de la vida; el tipo de ira que es "persistente" y que se convierte en un hábito. Es cierto que no siempre se pueden evitar las irritaciones y molestias, pero sí podemos esforzarnos para limitar la cantidad de ira que expresamos en nuestras vidas.
Cuarto, Pablo habla de la gritería, usando la palabra griega kraugē: el ruido, la conmoción y el alboroto (Hechos 23:9). Los creyentes no deben ser personas desagradables, desenfrenadas, alborotadoras y fastidiosas. Esta palabra también se traduce como "disputa", y Pablo enfatiza que los creyentes deben "desechar" este tipo de actitud argumentativa.
Quinto, Pablo habla en contra de la calumnia, el hablar mal de los demás mientras se miente. Sin embargo, el concepto de la calumnia no solo incluye la mentira, sino que cualquier intento de menospreciar a los demás de manera inapropiada también sigue considerándose como un tipo de "calumnia".
Y, por último, Pablo añade la malicia. En este caso, utiliza la palabra kakia, que implica todo tipo de malas intenciones. La palabra conlleva la idea o la intención de hacerles daño a los demás deliberadamente. Estas personas intentan hacerles daño a los demás en todo momento. La malicia es una actitud que nos conduce hacia la venganza (Proverbios 20:22; Romanos 12:19). Los creyentes no deben hacer el mal, sino que deben vencer al mal haciendo el bien (Romanos 12:21).