¿Qué significa Efesios 4:20?
Pablo hace un contraste directo entre las cosas que hacen los incrédulos y las cosas que él mismo les enseñó a los efesios. Las instrucciones que Pablo les está dando a los efesios nos dejan claro que los cristianos no deben vivir su vida siendo esclavos del pecado y la vergüenza. El griego de este versículo implica que existe una fuerte diferencia entre estas dos maneras de vivir. Pablo acaba de hablar de los fracasos espirituales de los no creyentes y, de hecho, todos los cristianos son incrédulos antes de llegar a conocer a Cristo. La separación que hay entre lo que fuimos y lo que somos es muy profunda y debe reflejarse claramente en nuestras vidas.Pablo pasó mucho tiempo en Éfeso, y ayudó a que doce hombres le dieran sus vidas a Cristo (Hechos 19:1–7), se pasó tres meses hablando en la sinagoga (Hechos 19:8) y habló durante dos años en el salón de Tirano (Hechos 19:9–10). En esa zona, tanto judíos como griegos, "oyeron la palabra del Señor" (Hechos 19:10). Después de que mucha gente en la ciudad quemara sus libros de artes mágicas, Lucas dice: "y fue así como la palabra del Señor fue extendiéndose y difundiéndose con mucha fuerza" (Hechos 19:20).
Finalmente, Pablo se fue de allí debido a la persecución que estaba sufriendo, dejando una congregación de un tamaño considerable que había sido bien entrenada en el evangelio. Estos creyentes sabían distinguir entre el bien del mal y sabían que seguir a Cristo requería que vivieran alejados del pecado. Las palabras que Pablo comparte aquí seguramente les recordaron que debían vivir vidas muy diferentes a las de la sociedad que los rodeaba.
En Efesios 4:17–32, Pablo nos ofrece una explicación valiosa y muy práctica sobre cómo vivir una vida cristiana. Pablo dice que hay una gran diferencia entre vivir bajo la esclavitud del pecado y una vida que prospera en el poder de Cristo. Los cristianos deben "despojarse" de las cosas que dificultan la vida de los incrédulos: la malicia, la calumnia, el descontrol y la amargura. En lugar de eso, debemos demostrar una actitud de amor y perdón semejante a la que mostró Cristo.
Comprender verdaderamente la gracia salvadora de Dios, tal y como Pablo la explicó durante los capítulos anteriores, es algo que debe motivar a los cristianos a vivir una vida piadosa. En este capítulo, Pablo anima a los creyentes a vivir de tal manera que honren ese don. Todos los cristianos forman parte de una única familia unificada, forman parte del "cuerpo" de Cristo. Al mismo tiempo, los creyentes reciben diferentes talentos. Dios llama a algunas personas a desempeñar cargos de liderazgo y autoridad. Todos los cristianos debemos alejarnos del ''viejo yo'' que éramos antes de alcanzar la salvación. Mientras Pablo habla sobre el "nuevo yo", comparte algunas ideas prácticas para ayudarnos a entenderlo.
