¿Qué significa Efesios 4:29?

Pablo pasa de comparar a las personas que roban con las personas que trabajan duro (Efesios 4:28) a comparar a las personas que hablan para destruir a los demás con las personas que hablan para edificar a los demás. En ambos casos, su intención es explicar la manera en que los cristianos deben hacer un esfuerzo consciente para vivir de forma diferente a como lo hacían antes de haber alcanzado la salvación. Así como el robo se asocia con los incrédulos, hablar mal también se asocia con las personas que no conocen a Cristo.

Curiosamente, Pablo dice específicamente que sí tenemos control sobre lo que decimos: "no pronuncien ustedes ninguna palabra obscena". Por tanto, cuando decimos cosas como "no pude evitar decirlo" en realidad no estamos diciendo la verdad. Según la Biblia, somos responsables de las palabras que elegimos a la hora de comunicarnos (Mateo 12:36). De hecho, solo hay una ínfima proporción de personas que padecen afecciones médicas que interfieren en su manera de hablar y las palabras que usan a la hora de comunicarse; e incluso de esas personas se espera que también intenten controlarse en la medida de lo posible. Los cristianos podemos controlar lo que decimos, y es importante recordar que lo que decimos influye enormemente en la manera en que nos percibe el mundo.

En lugar de utilizar palabras "obscenas" o negativas, Pablo nos ofrece dos consejos sobre cómo hablar. En primer lugar, debemos hablar positivamente sobre las cosas que verdaderamente importan. Segundo, debemos hablar de manera apropiada de acuerdo con la situación en la que nos encontramos. En realidad, algo que podría ser completamente aceptable dentro de una circunstancia específica podría no serlo dentro de otra. El objetivo aquí es mostrarles gracia a las personas que nos están escuchando. Por tanto, no debemos darles prioridad a nuestros sentimientos, sino ayudar a los demás con nuestras palabras.