¿Qué significa 1 Tesalonicenses 4:14?
Pablo está tranquilizando a los cristianos de Tesalónica mientras les está explicando lo que les sucede a los creyentes que fallecen antes del regreso de Jesucristo. A diferencia de los incrédulos, que no tienen esperanza de volver a ver a sus seres queridos, las personas que confían en Cristo solo se separan los unos de los otros temporalmente (1 Tesalonicenses 4:13). Los cristianos tienen esperanza de que hay vida más allá de la muerte debido a la creencia de que Jesús venció a la muerte resucitando de entre los muertos.Una vez, ciertos judíos en el templo de Jerusalén le pidieron a Jesús que hiciera una señal, y Jesús predijo su resurrección diciéndoles: "Jesús les respondió: «destruyan este templo, y en tres días lo levantaré" (Juan 2:19). Los judíos pensaban que Jesús se estaba refiriendo al templo donde adoraban, pero Juan añade: "Pero él hablaba del templo de su cuerpo" (Juan 2:21). Más tarde, Jesús predijo y compartió con Sus discípulos que moriría y después resucitaría. Jesús dijo que sería entregado a las autoridades religiosas, quienes lo condenarían y se lo entregarían a los gentiles. Los gentiles se burlarían de Él, le escupirían, lo azotarían y lo matarían, pero Él añadió que después de tres días resucitaría (Marcos 10:33–34).
Los cristianos esperan con ansias el regreso del Señor resucitado, quien regresará con las almas de los cristianos que hayan muerto. En Tito 2:13 Pablo habla de este evento diciendo que es nuestra "bendita esperanza". Pablo les pide a los cristianos de Tesalónica que lleven una vida piadosa, "mientras aguardamos la bendita esperanza y la gloriosa manifestación de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo".
La muerte de la que Pablo está hablando aquí es como si fuera un tiempo en el que estamos durmiendo. Desde una perspectiva bíblica, esto pretende enfatizar que la muerte física para los creyentes cristianos será temporal. De hecho, hay otros escritos del Nuevo Testamento que nos dejan claro que tendremos consciencia después de la muerte y, por lo tanto, nuestra alma no estará durmiendo o bajo un período de inconsciencia (Filipenses 1:20–24; 2 Corintios 5:8; Lucas 16:19–31).