¿Qué significa Filipenses 1:25?
Pablo no se limita a tener esperanza en el hecho de que seguiría vivo para continuar expandiendo el ministerio, sino que estaba convencido de ello. Pablo nos da dos razones específicas por las que se siente de esta manera, y las dos afectan de una manera positiva a los creyentes filipenses. En primer lugar, aunque la iglesia filipense estaba madurando a un buen ritmo, Pablo quería seguir sirviéndoles para ayudarles a madurar aún más. Aunque en el Nuevo Testamento no se menciona si Pablo pudo regresar o no a Filipos, Pablo parece estar seguro de que sí lo haría (Filipenses 1:26).En segundo lugar, Pablo quería seguir viviendo por el "gozo en la fe". La fe implica tanto nuestro crecimiento como una sensación de gozo continua. 1 Pedro 1:8–9 dice: "ustedes aman a Jesucristo sin haberlo visto, y creen en él, aunque ahora no lo ven, y se alegran con gozo inefable y glorioso, porque están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación". El hecho de saber que Pablo estaba vivo seguramente ayudaba a las iglesias a seguir ministrando con mucha pasión y energía.
En Filipenses 1:19–30, Pablo comienza a hablar sobre dos temas que, de algún modo, se oponen entre sí. Por un lado, los creyentes quieren dedicarse a servir a Dios y a llevar a otros hacia Cristo mientras viven. Pero, por otro lado, los cristianos anhelan dejar atrás el sufrimiento de esta vida para estar con Dios en la eternidad. Pablo concluye que es mejor vivir hasta que Dios decida que es hora de volver a casa, para así poder seguir sirviendo a los demás. Pablo también anima a los filipenses diciéndoles que estaba seguro de que sería liberado de prisión y podría ir a verlos. Por tanto, todo lo que estaba pasando, tanto las cosas buenas como las malas, ayudaron a glorificar a Jesucristo.
En el capítulo 1, Pablo les da las gracias a los creyentes filipenses por haber apoyado su ministerio. Incluso aunque Pablo había sido perseguido y encarcelado, ellos siguieron siendo generosos y leales. Pablo anima a estos cristianos explicándoles que todo su sufrimiento había ocurrido por una buena causa. Mejor aún, incluso las persecuciones que Pablo estaba sufriendo provocaron que el Evangelio se extendiera aún más. Por eso, Pablo estaba agradecido. Pablo deseaba que lo liberaran para volver a ver a los creyentes de Filipos.