¿Qué significa 1 Juan 2:6?

Este versículo completa el pensamiento que Juan comenzó en el versículo 5. Cualquiera que diga estar "permaneciendo" en Cristo debe "caminar" o vivir como vivió Jesús.

Esta idea es la prueba definitiva de Juan para saber si una persona es un creyente: un creyente en Jesús vive como Jesús. Los verdaderos cristianos crecen con el objetivo de actuar cada vez más como Cristo. Al menos se puede saber que las personas que no demuestran un estilo de vida cristiano no están proporcionando evidencia de su salvación. Aun así, el hecho de que no veamos evidencia no quiere decir que no la haya. En otras palabras, el hecho de que una persona no está cambiando o creciendo no es una señal infalible de que está perdido, ni tampoco lo es el hecho de que haya personas que tengan problemas con el pecado. Sin embargo, cualquiera que diga estar "en Cristo" pero no viva como Él, no está en comunión con Él.

En el capítulo 1, Juan afirmó que incluso los creyentes pueden pecar. Cuando un cristiano peca, debe confesarse ante Dios, quien lo perdonará (1 Juan 1:9). Si una persona no vive como Cristo y no confiesa sus pecados, esto es evidencia de que es posible que no sea un verdadero creyente. En esta carta, Juan se dirige principalmente a los creyentes y a aquellos que afirman falsamente estar siguiendo los mandamientos de Cristo. Aquellos que no siguen la voluntad de Cristo, pero dicen estar en "comunión" con Él, son unos mentirosos. Si bien es técnicamente posible que esas personas tengan una fe salvadora, no hay manera de que produzcan frutos espirituales. Las consecuencias del pecado siguen estando vigentes, incluso si estamos libres de la pena eterna.