Verso
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1 Juan capitulo 4

La Biblia de las Américas

7Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. 8El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. 9En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros : en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de El. 10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. 11Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros. 12A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros. 13En esto sabemos que permanecemos en El y El en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. 14Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. 15Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. 16Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él. 17En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como El es, así somos también nosotros en este mundo. 18En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. 19Nosotros amamos, porque El nos amó primero. 20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso ; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. 21Y este mandamiento tenemos de El : que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Nueva Biblia de las Américas

Nueva Versión Internacional

Reina-Valera 1960

Biblia del Jubileo

7Carísimos, amémonos unos a otros; porque la caridad es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es caridad. 9En esto se mostró la caridad de Dios en nosotros, en que Dios envió su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10En esto consiste la caridad, no porque nosotros hayamos amado a Dios, sino porque él nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo para ser aplacación por nuestros pecados. 11Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su caridad es completada en nosotros; 13en esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14Y nosotros hemos visto, y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo para ser Salvador del mundo. 15Cualquiera que confesare que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16Y nosotros hemos conocido y creído la caridad que Dios tiene en nosotros. Dios es caridad; y el que permanece en caridad, permanece en Dios, y Dios en él. 17En esto es hecho perfecto la caridad con nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, que cual él es, tales somos nosotros en este mundo. 18En la caridad no hay temor; mas la perfecta caridad echa fuera el temor; porque el temor tiene pena; de donde el que teme, no está completo en caridad. 19Nosotros lo amamos a él, porque él primero nos amó. 20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su Hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su Hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios que no ha visto? 21Y nosotros tenemos este mandamiento de él: Que el que ama a Dios, ame también a su Hermano.

¿Qué significa 1 Juan capitulo 4?

El capítulo 4 incluye dos ideas principales. La primera es que los creyentes deben "poner a prueba a los espíritus" para ver si son de Dios (1 Juan 4:1–6). El segundo tema es que Dios nos ama y "Dios es amor" (1 Juan 4:7–21), lo cual debe provocar que los creyentes se amen los unos a los otros.

1 Juan 4 comienza diciendo que hay que poner a prueba todas las afirmaciones espirituales, ya que no todos los maestros son fieles a la fe. Los cristianos no deben creer todo "solo porque sí". De hecho, debemos considerar cuidadosamente todo lo que oímos y vemos antes de confiar en cualquier mensaje en particular (Hechos 17:11; Colosenses 2:8–10). A Juan le preocupaba que los falsos profetas y sus enseñanzas engañaran a sus lectores. En 1 Juan 4:2, Juan habla de los espíritus que en realidad provienen de Dios, las personas que creen en la encarnación real de Jesucristo.

Juan añade que los creyentes vencen a los poderes de este mundo gracias al Espíritu de Dios que habita dentro de ellos (1 Juan 4:4). Con la expresión "el mundo" Juan se refiere a la humanidad, la cual es impura. Las personas del mundo escuchan a los incrédulos y a los espíritus impíos e ignoran a Dios.

Durante la segunda sección principal de este capítulo, Juan vuelve a hablar de que "Dios es amor". Juan enseña que el amor bíblico indica que una persona ha nacido de Dios y que conoce a Dios. Juan afirma enfáticamente que los creyentes deben mostrar el amor que sienten hacia Dios amándose los unos a los otros (1 Juan 4:7–12). De hecho, el amor no solo demuestra la presencia de Dios en nuestras vidas, sino que sirve como evidencia del amor de Dios para el resto del mundo. El amor es la forma en que el mundo debe "ver" a Dios, incluso aunque no pueda hacerlo físicamente.

Los versículos que van del 13 al 21 se pueden resumir en el versículo final. Cualquiera que diga que ama a Dios debe demostrarlo amando a sus hermanos. Juan enfatiza repetidamente el hecho de que una persona no puede pretender amar a Dios y al mismo tiempo odiar a los demás. Tal y como nos quedó claro en el capítulo 3, el odio siempre es de origen demoníaco. Por tanto, las personas que odian no "permanecen" en Cristo. Los creyentes son hijos de Dios y hermanos y hermanas entre sí y, al ser una familia, deben amarse los unos a los otros de acuerdo con el mandamiento de Dios.

El versículo 18 nos ofrece una perspectiva importante sobre la relación que existe entre el amor y el miedo. Es decir, que el amor de Dios y el temor del mundo son incompatibles. Debido a que Dios nos ama no debemos temer el hecho de si nos acepta como Sus hijos. Hay otros lugares a lo largo de las Escrituras que hablan sobre el concepto de "temer" a Dios en el sentido de sentir asombro o respeto hacia Él. Aquí, sin embargo, Juan se está centrando en el hecho de tener ansiedad sobre si Dios realmente nos amará y perdonará o si justo hará lo contrario. Los creyentes que siguen el ejemplo de amor de Dios no tienen motivos para temer que Dios no los acepte, y que Su amor perfecto elimina la necesidad de tener este tipo de miedo. Dios es amor, nos muestra un amor perfecto y llena de amor los corazones de las personas que creen.
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