¿Qué significa Romanos 13:2?

Pablo ha descrito la doctrina cristiana que trata sobre la necesidad de que los cristianos se sometan a las autoridades humanas, incluidas las autoridades gubernamentales. La conclusión a la que se ha llegado es que los que están en Cristo deben entender que toda autoridad ha sido colocada donde está por Dios mismo y para cumplir los propósitos de Dios. El reino de Cristo puede no ser de este mundo (Juan 18:36), pero eso no significa que los creyentes tengan licencia para desobedecer la autoridad terrenal por cualquier motivo (1 Pedro 2:13–17). Los cristianos están obligados a desobedecerle al gobierno y aceptar las consecuencias solo cuando se les ordena desobedecerle a Dios (Hechos 5: 27–29).

Pablo ahora comienza a explicar lo que esto significa: cualquiera que se resista a alguien en autoridad está, en verdad, resistiéndose a la obra de Dios. En términos generales, el gobierno humano es una de las formas en que Dios refrena la influencia del mal en el mundo (2 Tesalonicenses 2:7). Por lo tanto, oponerse a este sistema establecido siempre acabará mal. En realidad, no está claro si Pablo se refiere al juicio del gobierno o al juicio de Dios, aunque ambos son posibles.

Pablo no deja espacio para que los cristianos piensen que son libres de resistirse a las autoridades humanas debido a que su lealtad principal esté en el reino de los cielos. A todos aquellos que son leales a Cristo se les obliga específicamente a ser sumisos con el gobierno humano. Por lo general, entonces, la desobediencia civil solo se permite cuando se le pide a un cristiano que peque, desobedezca a Dios o actúe de alguna manera impura.