¿Qué significa Hebreos 12:25?

En los versículos anteriores a esta declaración, el escritor de Hebreos comparó el antiguo pacto con el nuevo pacto, en términos de cómo cada uno se presenta a la humanidad. El antiguo pacto estaba destinado a enseñarle a la humanidad algo sobre la santidad de Dios y nuestra incapacidad para vivir a la altura de Su perfección. Entonces, el antiguo pacto se le dio al pueblo de Israel con fuego, humo, ruido y advertencias en el monte Sinaí (Éxodo 19:9–20). En contraste, el nuevo pacto en Cristo elimina la barrera que nuestro pecado ha creado (Hebreos 9:24) y nos permite acercarnos a Dios (Hebreos 4:16) gracias a la obra de Cristo como nuestro mediador (Hebreos 12:24).

Aquí, el escritor vuelve a hacer una advertencia similar a la que se dio al principio de esta carta. En Hebreos 2:2–4, señala que Dios juzgó a aquellos que ignoraron sus advertencias, por lo que se pueden esperar mayores consecuencias para aquellos que ignoran el nuevo pacto superior; y, en Hebreos 10:26–31, a esto se le da una explicación aún más gráfica, mostrando que aquellos que desafían a Dios, en el contexto del nuevo pacto, se exponen a consecuencias aún mayores que aquellos que no saben nada en absoluto.

La idea aquí parece ser la misma: nuestras elecciones tienen consecuencias. Esta carta está dirigida a los judíos cristianos que luchan bajo cierto nivel de persecución. La tentación a la que se enfrentan es volver a una religión más socialmente aceptable y, sin embargo, toda la evidencia presentada en el libro de Hebreos está destinada a mostrar lo estúpido que sería hacer eso. Cristo y Su evangelio representan la única Verdad; ¡si nos desviamos de Su Palabra, solo nos esperan cosas terribles!