¿Qué significa Hebreos 12:16?
En este pasaje, se les instruye a los cristianos a mantener un estilo de vida que honre a Cristo, incluso frente a la persecución (Hebreos 12:3–4). Los versículos anteriores les ordenaban a los creyentes que buscaran la paz y la santidad personal (Hebreos 12:14). Esta sección también nos advirtió contra aquellos que desafían a Dios y corrompen a otros como resultado (Hebreos 12:15); ya sea un alborotador que no sea realmente salvo, o un creyente que se rebele, su presencia crea corrupción e interfiere con la capacidad de otros para "correr la carrera" que Dios les ofreció correr (Hebreos 12:1).Este versículo continúa advirtiéndonos contra lo que parecen ser dos problemas separados: la inmoralidad sexual y la impiedad. El pecado sexual es un tema frecuente en las advertencias bíblicas. Pocos pecados son tan tentadores, omnipresentes o dañinos como los relacionados con el sexo. Es por eso por lo que las Escrituras a menudo les ordenan a los cristianos a mantener su pureza sexual (Romanos 13:13; 1 Corintios 6:18; Efesios 5:3). Los cristianos no somos inmunes a la tentación (1 Corintios 10:13), por lo que debemos estar atentos a lo que decimos y hacemos.
Separado de todo esto, el escritor se refiere a Esaú y su trato descuidado de su propia primogenitura. Como hijo mayor (Génesis 25:24–26), Esaú habría tenido derecho a varios beneficios; y, sin embargo, sus acciones muestran que no se tomó en serio esta bendición (Génesis 25:34), tal y como se menciona en este versículo. El evento al que se hace referencia aquí ocurrió cuando Esaú le vendió su primogenitura a su hermano gemelo menor, Jacob (Génesis 25:29–33). Hambriento o no, manipulado o no, Esaú no debería haber tratado su primogenitura de una manera tan frívola.
Por supuesto, cuanto más valioso es un objeto, más respeto deberíamos tenerle. El punto de vista de Esaú sobre su derecho de nacimiento mostró desinterés, falta de respeto y negligencia. Eso se ve, con razón, como algo despreciable. Cuando una persona aplica esa misma actitud hacia Dios, es infinitamente peor. La palabra griega que se usa aquí es bebēlos, una palabra que también significa impuro o profano.
Este es un punto clave del capítulo 12. Este pasaje elogia la santidad, luego se refiere a la actitud despreocupada e imprudente de Esaú como algo impío. Eso se entiende como algo paralelo a las advertencias anteriores de no ser descuidados (Hebreos 2:1), perezosos (Hebreos 5:11–14) o desafiantes (Hebreos 10:26–31) cuando se trata de nuestra fe. Tal y como indica el siguiente versículo, la imprudencia de Esaú resultó en la pérdida de la bendición (Génesis 27:36–37). Esto, nuevamente, refuerza las advertencias anteriores que se dan en el libro de Hebreos acerca de la pérdida que sufren los cristianos cuando desobedecen (Hebreos 3:7–11; 4:11).
Hebreos 12:3–17 se basa en una descripción de los héroes de la fe, que culmina en Jesucristo. Aquellos que vinieron antes fueron amados y honrados por Dios y, sin embargo, sufrieron dificultades en este mundo. En este pasaje, el escritor deja claro que el sufrimiento es a menudo la forma en que Dios nos edifica y capacita, no necesariamente una señal de Su disgusto. Los cristianos que responden a esas dificultades buscando a Dios con fe, pueden evitar el destino de hombres menos fieles, como es el caso de Esaú.
El capítulo 11 nos describe algunas de las victorias más conocidas de varios héroes del Antiguo Testamento, además de sus sufrimientos y las persecuciones que tuvieron que experimentar durante sus vidas. Este capítulo usa todas esas personas y sus experiencias de vida como evidencia para demostrar que Dios nunca nos abandona cuando sufrimos. En muchos casos, Dios utiliza esas experiencias para "entrenarnos", como si fuéramos atletas, para hacernos más fuertes. En otros casos, el sufrimiento se debe entender como el tipo de disciplina que un niño o una niña recibe de un padre o de una madre debido al amor que sienten por ellos. A diferencia del antiguo pacto, el cual inspiraba temor y pavor en las personas que intentaron obedecerlo, el nuevo pacto nos ofrece paz. Como con cualquier otro asunto que trata sobre lo que es verdad y lo que no lo es, debemos aferrarnos a lo que es verdad, para que así podamos llegar a formar parte de "un reino inconmovible."