¿Qué significa 1 Timoteo 3:7?

Este es el último versículo de la lista de requisitos que los hombres debían y deben cumplir para convertirse en ancianos en las iglesias. Un anciano de la iglesia debe tener una buena reputación tanto fuera como dentro de la iglesia. Una vez más, al igual que con los nuevos conversos, Pablo no quería que las iglesias eligieran a personas que fueran propensas al fracaso moral o personal para desempeñar un papel tan importante dentro de la iglesia. Las personas que tienen una buena reputación, tanto dentro como fuera de la iglesia, son normalmente personas más estables y están mejor equipadas para ser líderes.

En griego, la expresión "lazos del diablo" nos describe lo que podría ser una trampa para animales. Al igual que los animales a veces se sienten atraídos a ir a un lugar determinado donde les espera una trampa, los líderes de la iglesia que tienen una mala reputación en la comunidad también podrían caer en descrédito de la misma manera. Pablo consideraba que esto era una trampa tanto para los líderes de la iglesia como probablemente para la iglesia local. Esos tipos de descréditos dañan la reputación de la iglesia local, así como la fe que representan.

Contrariamente a lo que algunos afirman, Pablo no específica el número de ancianos que debe haber en una iglesia, sino que parece asumir que las congregaciones elegirían a más de uno según fuera necesario basándose en las cualificaciones que ha compartido. En las iglesias que se reunían en una casa, tener solamente un anciano podría haber sido más que suficiente, mientras que en otras congregaciones podría haber habido varios líderes para así cubrir las necesidades de toda la congregación. Además, originalmente, no se hacía ninguna distinción entre los obispos, los supervisores o los ancianos. Más tarde, la iglesia creó una nueva posición para un obispo o anciano que se encargaría de ayudar a múltiples iglesias locales y a sus ancianos, pero esta posición todavía no existía cuando Pablo escribió esta carta.