¿Qué significa 1 Corintios 12:5?
Durante los versículos anteriores, Pablo habló sobre el hecho de que hay una variedad de dones espirituales que los cristianos reciben cuando llegan a la fe en Cristo que les permiten a los creyentes servirse los unos a los otros de diferentes maneras. Sin embargo, solo hay un Espíritu que les otorga esos dones, y solo pueden usarse bajo la autoridad del Señor. El Espíritu y el Señor son los mismos para todos y cada uno de los cristianos.Ahora, Pablo añade que hay una diversidad de actividades en las que esos dones pueden usarse. Pablo enumerará algunas de estas diversas actividades más adelante durante este capítulo. Sin embargo, nuevamente nos muestra que el poder que nos permite para participar en estas actividades también viene de Dios. Por lo tanto, es el poder de Dios obrando en los creyentes a través del Espíritu Santo y bajo la autoridad de Cristo lo que está obrando cuando cualquier cristiano recibe y usa los dones espirituales que recibe para servir a los demás.
Pablo quiere que los corintios entiendan que, aunque los dones espirituales se les dan a los creyentes, al final todo se trata de Dios. Los dones del Espíritu no causan que el pueblo de Dios sea impresionante de algún modo, sino que su propósito es revelarnos lo impresionante que es Dios.
En 1 Corintios 12:1–11 Pablo habla sobre qué son los dones espirituales, quién los recibe y por qué se nos dan. Todas las personas que creen en Jesús son espirituales porque cada cristiano y cristiana tiene el Espíritu de Dios dentro. El Espíritu le da uno o más dones espirituales a cada creyente por el bien común de la iglesia. Sin embargo, esos dones no se ganan de ninguna manera, sino que son un regalo. El mismo Espíritu nos los regala, gratuitamente, y de acuerdo con Su sabiduría. Por tanto, no hay dones que sean más importantes que otros.
Pablo comienza a responder a otra pregunta que los corintios le habían hecho en su carta: ¿qué son los dones espirituales? ¿Quién los recibe? ¿y para qué sirven? Pablo dice que los dones espirituales no causan que los creyentes sean espirituales, sino que es el Espíritu de Dios que habita en ellos lo que les hace ser espirituales. Además, el Espíritu nos da uno o más dones espirituales a cada uno de nosotros para que los usemos para servir en la iglesia. La iglesia es como un cuerpo, en el que cada parte es necesaria, y todas las partes existen para servirse las unas a las otras. Por lo tanto, todo creyente debe descubrir qué dones ha recibido del Espíritu y valorar la función que puede cumplir con ellos dentro del cuerpo de Cristo.