¿Qué significa 1 Corintios 12:28?
Este versículo comienza a cerrar la sección que ha tratado sobre los dones espirituales y el cuerpo de Cristo. Pablo ha hecho una analogía usando el cuerpo de Cristo para compararlo con el cuerpo humano, la iglesia en este caso. En ese versículo, se centra en la iglesia en Corinto, y cómo debían responder ante los dones que Dios les había permitido recibir.Pablo vuelve a repetir que Dios es quien les asigna esos dones a las personas específicas de cada iglesia. Pablo dijo que todos los dones son igual de importantes. Aun así, sí señaló que algunas funciones son más decorosas o públicas que otras. Pablo enumera tres dones específicos aquí: los apóstoles, los profetas y los maestros. Quizás estos dones se describen primero porque a través de estos dones Dios les comunica la verdad a Su pueblo. Quizás Pablo enfatiza estos tres porque cree que los corintios los valoraban muy poco.
Después de estos tres dones de liderazgo/enseñanza, Pablo nombra otra lista de dones, incluyendo algunos que ya mencionó anteriormente en este mismo capítulo: milagros, sanidad, ayuda, administración y el de hablar en varias lenguas. Una vez más, esto no pretende ser una lista exhaustiva de todos los posibles dones que Dios les ofrece a las personas en la iglesia. Tampoco tiene la intención explícita de clasificar esos dones en orden de importancia o autoridad. De hecho, hay más dones que se encuentran en otras listas del Nuevo Testamento (Romanos 12:6–8; Efesios 4:11; 1 Pedro 4:10–11). El único don que se menciona en las dos listas es la enseñanza: la capacidad sobrenatural de explicar y clarificar la Palabra de Dios.
1 Corintios 12:12–31 continúa con la enseñanza de Pablo sobre los dones espirituales, los cuales deben cooperar para fortalecer la voluntad de Dios en la iglesia. La iglesia cristiana es como un cuerpo humano. Es un organismo individual formado por muchas partes diferentes que cumplen una amplia variedad de funciones. Todas esas funciones son importantes en igual medida. Por lo tanto, nadie puede decidir que no le gusta su don o el papel que está desempeñando en la iglesia, ni tampoco puede renunciar a ellos. El cuerpo necesita que cada miembro haga su parte para funcionar correctamente. Debemos respetarnos y valorarnos los unos a los otros en la iglesia, porque su funcionamiento depende ello.
Pablo comienza a responder a otra pregunta que los corintios le habían hecho en su carta: ¿qué son los dones espirituales? ¿Quién los recibe? ¿y para qué sirven? Pablo dice que los dones espirituales no causan que los creyentes sean espirituales, sino que es el Espíritu de Dios que habita en ellos lo que les hace ser espirituales. Además, el Espíritu nos da uno o más dones espirituales a cada uno de nosotros para que los usemos para servir en la iglesia. La iglesia es como un cuerpo, en el que cada parte es necesaria, y todas las partes existen para servirse las unas a las otras. Por lo tanto, todo creyente debe descubrir qué dones ha recibido del Espíritu y valorar la función que puede cumplir con ellos dentro del cuerpo de Cristo.