¿Qué significa Efesios 5:33?

Pablo concluye su enseñanza sobre el matrimonio en este versículo, y lo resume todo compartiendo dos cosas importantes.

En primer lugar, Pablo vuelve a repite que los esposos deben amar a sus esposas -es decir, a través de sus acciones, no solo a través de sus emociones- tal y como se aman a sí mismos. Los esposos deben cuidar de sus esposas como si estuvieron cuidando de sí mismos. Cuando los esposos aman a sus esposas de esta manera, están poniendo en práctica el Gran Mandamiento de Dios en el contexto del matrimonio (Mateo 22:34–40).

Este tipo de amor va en contra de la manera en que el mundo piensa sobre los hombres y las mujeres en la actualidad. Históricamente, la mayoría de las sociedades consideraban que las mujeres eran inferiores y no se merecían las mismas cosas que se merecían los hombres. A lo largo de la historia del mundo, a las mujeres les comenzó a ir mucho mejor a medida que el cristianismo fue sustituyendo al paganismo. En la actualidad, las mujeres que viven en naciones que tienen una herencia cristiana disfrutan de muchísimos más derechos que las que viven en naciones que carecen de esa historia.

En segundo lugar, Pablo les pide a las esposas que respeten a sus maridos. Una vez más, esto va en contra de lo que la sociedad moderna está tratando de enseñarnos, ya que la sociedad parece deleitarse con la idea de que las esposas deben ser condescendientes, irrespetuosas o poco razonables con sus esposos. La Biblia consideraría el "empoderamiento" del que se habla tanto hoy en día simplemente como si fuera veneno para el mundo. En cambio, el amor mutuo, el respeto, la unidad y la sumisión son los ingredientes necesarios para que matrimonio pueda honrar a Dios.

Dado que Pablo se ha pasado parte de este capítulo hablando sobre la importancia que tiene el matrimonio y sus valores, es probable que hubiera creyentes de Éfeso que estuvieran teniendo problemas en sus matrimonios, lo cual no nos sorprende, dado que muchas culturas, especialmente la antigua Roma, promovían un concepto del matrimonio que no tenía absolutamente nada que ver con el concepto del matrimonio que Dios planeó desde el principio.

Es cierto que no se puede garantizar que los matrimonios cristianos jamás tendrán problemas, pero sí sabemos que siempre se puede tomar decisiones para solucionarlos que al mismo tiempo pueden honrar a Dios. Pablo les ofrece esperanza a quienes luchan por honrar a Dios a través de sus matrimonios, y dice que el ejemplo de Jesús es la norma a seguir para los esposos y las esposas que buscan amarse de una manera más profunda y sincera.