¿Qué significa Efesios 5:12?
Pablo mismo pone en práctica lo que les está enseñando a los efesios, y dice que ni él mismo habla de las cosas que los incrédulos hacen en secreto. Más bien trata de enfatizar que lo que los incrédulos intentan ocultarle al resto del mundo es aún más depravado que lo que hacen frente al mundo. Este versículo nos enseña a abordar asuntos delicados que estén relacionados con el pecado y el impacto que estos pueden tener entre los creyentes.En primer lugar, los creyentes pueden condenar ciertos pecados sin entrar en detalles sobre ellos. Por ejemplo, la violación es claramente una acción pecaminosa. Sin embargo, no es necesario utilizar detalles vívidos al hablar de ella. De hecho, hacerlo incluso podría ser contraproducente. Lo mismo ocurre con los pecados de la inmoralidad sexual y la violencia. Por tanto, basta con denunciar el pecado y evitar los detalles, los cuales normalmente son vergonzosos. En un sentido más práctico, esto también significa que los cristianos no necesitan pararse a investigar las cosas al milímetro que ya de por sí son malvadas para ver si son o no son "apropiadas".
En segundo lugar, los creyentes pueden hablar en contra del pecado sin haber tenido ningún tipo de experiencia personal al respecto. Mucha gente dice: "no puedes hablar de este problema (el pecado sexual, la adicción, etc.) porque tú nunca lo has experimentado". De hecho, hay otras personas que piensan que las personas que han pecado en ciertos ámbitos de su vida no pueden ayudar a otros que están siendo tentados por esos mismos pecados.
Si bien es cierto que las personas que han sido tentadas por ciertos pecados son capaces de ayudar a los demás en esa misma área con mayor eficacia, en realidad no tiene sentido sugerir que debamos evitar hablar en contra de cualquier pecado por el solo hecho de no haberlo experimentado nosotros mismos. Por tanto, no necesitamos tener una experiencia personal con el asesinato, la violación, la adicción, el robo u otros pecados para poder condenarlos. Cristo nunca pecó, sin embargo, sí habló muchísimo en contra del pecado. Cristo es el ejemplo perfecto que todos los creyentes deben seguir. La humildad y la gracia son importantes, pero eso no significa que no podamos hablar sobre un pecado en particular debido a que no lo hayamos experimentado nosotros mismos.