¿Qué significa Efesios 2:21?

Los creyentes forman parte de una estructura (Efesios 2:20), la iglesia, la cual es el templo santo del Señor. Jesús es la piedra angular, los apóstoles y los profetas son los cimientos, y los demás creyentes son las partes adicionales (Efesios 2:22) que componen este templo figurativo cuyo principal objetivo es adorar a Dios.

En 1 Corintios 6:19–20, Pablo también habla del cuerpo de cada creyente como si fuera un templo. Aunque esta es una imagen conceptual ligeramente diferente, la idea sigue siendo relevante en este contexto. De hecho, debemos vernos a nosotros mismos como si fuéramos un templo de Dios, y por eso deberíamos vivir una vida santa. Además, cada uno de nosotros servimos como parte de un templo santo que incluye a todos los demás creyentes. Debemos vivir nuestras vidas con total pureza debido a que somos el cuerpo de la iglesia con el fin de agradar a Dios a través de nuestra adoración. Ambos aspectos son de gran importancia para Dios. Al igual que con el Antiguo Testamento, el templo podía contaminarse y necesitaba limpiarse. Por tanto, los creyentes también necesitan confesar sus pecados (1 Juan 1:8–9) y unirse en un solo cuerpo para vivir de una manera que le agrade a Dios.