¿Qué significa 2 Tesalonicenses 3:8?
Pablo recuerda la manera en que tanto él como sus compañeros se comportaron cuando estaban en Tesalónica, ya que se negaron a aceptar la ayuda de los demás si ellos mimos podían evitarlo. Cuando comían, pagaban por lo que comían. Trabajaban diligentemente día y noche para ser autosuficientes, porque no querían ser una carga financiera para los cristianos de Tesalónica. El ejemplo que estaban dando, por lo tanto, era lo contrario de la ociosidad a la que Pablo se está refiriendo en este pasaje. En su primera carta a los tesalonicenses, Pablo ya habló sobre este mismo problema (1 Tesalonicenses 2:9), y ahora lo menciona otra vez.Tal y como Pablo lo afirma en otras partes de sus cartas (1 Corintios 9:14, 1 Timoteo 5:17–18), los cristianos deben apoyar a las personas que trabajan en el ministerio. De hecho, esto se les aplica tanto a las personas que sirven en esa congregación en particular como a las personas que ejercen como misioneros (2 Corintios 11:8). Pablo no quiere decir aquí que todos los ministros, pastores o misioneros deban ser completamente autosuficientes, ni tampoco quiere decir que los creyentes deben estar trabajando todo el tiempo. Más bien, el propósito de este mensaje es recordarles a los tesalonicenses la importancia que tiene el hecho de tener una ética de trabajo sólida, especialmente cuando se trata de asuntos espirituales.
En la cultura hebrea, era costumbre que cada niño aprendiera un oficio. Aparentemente, Pablo aprendió el oficio de hacer tiendas y lo practicó para mantenerse cuando era misionero. Según Hechos 18:1–4, se quedó con Aquila y Priscila en Corinto, porque los tres eran fabricantes de tiendas, y mientras seguía ejerciendo su oficio, seguía razonando en la sinagoga todos los sábados para que tanto judíos como griegos pusieran su fe en Cristo.