¿Qué significa 2 Tesalonicenses capitulo 1?
La segunda carta que Pablo les escribió a los Tesalonicenses amplía la información que ya había compartido con ellos durante su primera carta. En 1 Tesalonicenses, Pablo les aseguró a los creyentes que los hermanos cristianos que ya habían fallecido no se perderían el regreso de Cristo. Pablo también habló sobre el juicio de Dios, el cual será terrible, y que tendrá lugar durante el día del Señor. Al mismo tiempo, Pablo dijo que los cristianos no eran los que recibirían este juicio. Según lo que Pablo dice esta carta, parece que algunos de los creyentes de Tesalónica malinterpretaron lo que les había dicho. Debido a que estaban sufriendo muchas persecuciones, algunos de estos cristianos comenzaron a pensar que el día del Señor ya había llegado y estaban sufriendo bajo esa tribulación.Pablo abre la carta compartiendo su saludo habitual pidiendo la paz y la gracia de Dios. Pablo se identifica a sí mismo, a Timoteo y a Silvano, diciendo que son los autores de la carta (2 Tesalonicenses 1:1–2).
Tal y como lo hizo en 1 Tesalonicenses, Pablo sigue alabando a los cristianos tesalonicenses debido a su fidelidad (2 Tesalonicenses 1:3–4), aunque sí es cierto que durante la primera carta los alabó durante mucho más tiempo.
Esta carta nos deja claro que la persecución y el sufrimiento que experimentaron estos cristianos no tenían nada que ver con el día del Señor. Pablo les asegura a sus lectores que Dios estaba al tanto de todas sus luchas y que Dios las usará para glorificar Su nombre. Al mismo tiempo, Dios sí que castiga a las personas que persiguen a los cristianos. Pablo habla sobre lo que les espera a las personas que rechazan a Dios: una eternidad de destrucción completamente separados de Dios, lo que la Biblia llama "el infierno" (Mateo 25:41; Apocalipsis 20:14). La intención de Pablo aquí es tranquilizar a los creyentes y animarlos a continuar haciendo buenas obras en nombre del Señor (2 Tesalonicenses 1:5–12).
El siguiente capítulo nos dará más detalles sobre el fin de los tiempos. En particular, Pablo les asegura a sus lectores que no se habían perdido el regreso de Cristo. Las dificultades por las que estaban pasando no formaban parte del día del Señor, sino que había otros eventos que debían ocurrir primero antes de que llegara el día del Señor.