¿Qué significa 2 Pedro 3:5?
En el versículo anterior, Pedro nos describió la manera en que los falsos maestros estaban tratando de engañar a los cristianos de la iglesia primitiva preguntándoles: "¿Dónde está Jesús? ¿No prometió regresar? Ya ha pasado demasiado tiempo. Si realmente regresara para juzgar al mundo, ya estaría aquí".Esta manera de pensar no tiene mucho sentido y además implica algo sobre Dios que es erróneo: que Dios no interviene en el mundo físico. Como algunos suponen, Dios siempre deja que el mundo funcione sin que Él haga nada. Por lo tanto, algunos piensan que Jesús no vendrá en Su gloria, porque si lo hiciera, alteraría el status quo. Entonces, no habrá ningún juicio, y somos libres de hacer lo que queramos sin tener que preocuparnos de que Dios nos juzgue por nuestros pecados.
Ahora, Pedro nos revela el error de sus argumentos: esas personas se olvidan deliberadamente de algunos detalles importantes. Primero, se olvidan de que Dios fue quien hizo el mundo, Él fue quien lo creó, e intervino para crearlo. Dios diseñó todas las leyes y procesos por los cuales el mundo continúa funcionando. Por tanto, Dios puede interrumpir o anular esos procesos en cualquier momento.
Los cielos comenzaron a existir a través de la Palabra de Dios, escribe Pedro. Esa misma Palabra poderosa es de la que se burlaban y se siguen burlando los falsos maestros cuando piensan que Jesús nunca regresará y que Dios nunca enjuiciará al mundo por sus pecados. Los falsos maestros sugieren que la consistencia del mundo físico es evidencia de que Dios no tiene la voluntad de hacer nada, lo cual es simplemente una tontería. Dios ha hecho, sigue haciendo, y hará lo que quiera con Su creación y Su juicio llegará más tarde o más temprano.
La historia también contradice la opinión de estos burladores y falsos maestros. En el siguiente versículo, Pedro hablará sobre el diluvio de Noé. Este es un ejemplo muy claro de la manera en que Dios interviene en el mundo físico para juzgar los pecados de la humanidad. La Tierra se formó a partir del agua y a través del agua, escribe Pedro, y luego Dios usó ese agua para destruir casi toda la vida que había creado en la Tierra.