Verso
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Hebreos 5:4

LBLA Y nadie toma este honor para sí mismo, sino que lo recibe cuando es llamado por Dios, así como lo fue Aarón.
NBLA Nadie toma este honor para sí mismo, sino que lo recibe cuando es llamado por Dios, así como lo fue Aarón.
NVI Nadie ocupa ese cargo por iniciativa propia; más bien, lo ocupa el que es llamado por Dios, como sucedió con Aarón.
RV1960 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.
JBS Ni nadie toma para sí la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aarón.

¿Qué significa Hebreos 5:4?

Estos versículos están destinados a expresar una idea particular acerca de Jesús, usando el ejemplo de un sumo sacerdote humano. Los verdaderos sacerdotes no son aquellos que simplemente deciden, por sí mismos, asumir ese título. Un sacerdote sirve como mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5). No hay nadie que pueda autoproclamarse sacerdote, sino que es Dios quien los elige.

El escritor de Hebreos a menudo mira hacia el Antiguo Testamento en busca de ejemplos y evidencia. En este caso, el ejemplo es el del primer sumo sacerdote de Israel, Aarón (Éxodo 28:1). Su nombramiento al sacerdocio fue exactamente eso: un acto de elección de Dios, en lugar de un acto de ambición. Tal y como se aplica al argumento que se presenta aquí en Hebreos, el Sumo Sacerdote supremo de todos los hombres debe ser un hombre (Hebreos 2:17), designado específicamente por Dios para desempeñar ese papel. El uso frecuente de citas del Antiguo Testamento tiene la intención de mostrarnos cómo Dios ha elegido específicamente a Jesucristo como Aquel que ha sido destinado para cumplir esta función específica. Los próximos versículos hablan sobre el hecho de que Dios mismo fue quien tomó esta decisión, y fue una decisión que se le aplicó solamente a Jesús.
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Resumen de contexto
Hebreos 5:1–10 explica cómo Jesús cumple con los requisitos de un sumo sacerdote. Los versículos anteriores mostraron que el Mesías prometido por el Antiguo Testamento sería completamente humano (Hebreos 2:17). Esa humanidad le permite a Cristo simpatizar con nuestras tentaciones y debilidades. Aquí, el escritor de Hebreos señala que esto también capacita a Jesús para ser nuestro Sumo Sacerdote supremo. Debido a Su humanidad, Sus oraciones, Su sacrificio por el pecado y debido a ser el elegido de Dios, el estatus de Jesús está más allá de cualquier otro.
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Resumen del capítulo
El capítulo 5 de Hebreos termina el comentario anterior que trataba sobre la humanidad de Jesús, diciendo que Su existencia humana lo capacita tanto para comprender a otros hombres como para ofrecerle sacrificios a Dios por todos nosotros. Jesús también cumple los roles tanto de sumo sacerdote como de rey, algo que el autor demuestra usando citas del Antiguo Testamento. La figura de Melquisedec se usa para ilustrar esta idea: que Cristo, a diferencia de todos los sumos sacerdotes, reyes y profetas anteriores, fue tanto el Rey Hijo de David como el Sumo Sacerdote para todas las personas. La profundidad de este comentario quizás podría haber pasado desapercibida para los cristianos judíos de ese momento, debido a su inmadurez espiritual.
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