¿Qué significa Hebreos 3:16?
Los versículos desde el 16 al 18 usan una serie de preguntas retóricas, oraciones que están formuladas como preguntas, pero que en realidad tienen la intención de ser declaraciones definidas, las cuales se utilizan para demostrar la idea principal del autor, que es que los creyentes que no confían en Dios corren el riesgo de perder sus bendiciones espirituales. Así como Israel sufrió durante cuarenta años deambulando por el desierto debido a su falta de fe, un cristiano también puede sufrir en lugar de obtener la "Tierra Prometida" de la herencia de Dios. Este no es un asunto de salvación, sino que se refiere a la "calidad" o "naturaleza" de nuestra relación con Dios y, sin embargo, sigue siendo increíblemente serio.Este versículo también muestra que los autores de la Biblia entendían y aceptaban el uso de generalidades. La palabra "todos" hace referencia a aquellos que salieron de Egipto. Sin embargo, un aspecto importante de la historia fue la fidelidad de Josué y Caleb, y el hecho de que los miembros más jóvenes de Israel vivirían para entrar a Canaán. Sin embargo, esta idea se ajusta a la retórica que se utiliza aquí. Esto es similar a cómo algunas veces decimos, "nadie compra ya en esa tienda", mientras que lo que queremos decir es que "muy pocas personas compran ya en esa tienda". La idea aquí no se centra en ser 100% literal, sino en ser efectiva, y los lectores judíos de esta carta la habrían entendido bien.
Este versículo también nos presenta uno de los cuatro tipos de errores espirituales principales que pueden acarrear algún tipo de disciplina divina. El primer error, del cual se habla aquí, es la rebelión. Esto proviene de la palabra griega parepikranan, y literalmente significa "provocar". Aquí se está refiriendo a esos momentos en los que le respondemos a Dios de una manera que incluso otros seres humanos considerarían desagradable o como una falta de inmadurez. Por lo tanto, las quejas, el egoísmo, el descuido, etc. son ejemplos de diferentes tipos de rebelión.
Hebreos 3:15–19 une varias de las secciones anteriores. Usando cuatro formas principales de errores espirituales, el autor nos muestra por qué Dios tuvo que disciplinar a Israel. Esta disciplina acarreó la pérdida de la Tierra Prometida, la cual no se entiende como una analogía sobre la salvación, sino sobre las recompensas espirituales. La nación de Israel albergaba en su corazón sentimientos de rebelión, pecado, desafío y una gran falta de fe, y por eso, esa generación no pudo entrar en la Tierra Prometida. En este capítulo, se les advierte a los cristianos que eviten estos errores para no perder su propia herencia espiritual.
El capítulo 3 de Hebreos se centra en Israel deambulando por el desierto durante la historia del Éxodo. Durante este incidente, la nación de Israel llegó a la frontera de la Tierra Prometida y luego perdió la confianza en Dios. En lugar de confiar en Él, la mayoría de la gente perdió la esperanza. Como resultado, solo se le permitió entrar en Canaán a un pequeño remanente de la nación. Este capítulo explica que Jesucristo es superior a Moisés y todos los logros de Moisés. Los cristianos, por lo tanto, deben animarse los unos a los otros a confiar plenamente en Dios, a fin de ver el cumplimiento de Sus promesas.