¿Qué significa Filipenses 2:4?

La orden que nos da aquí Pablo es breve y sencilla. Sin embargo, se pueden hacer varias observaciones importantes. Primero, este mandamiento se les aplica a todos los creyentes. Todos los cristianos, independientemente de su madurez o autoridad, deben tratar a los demás con humildad y desinterés. Segundo, Pablo no dice aquí que evitemos por completo ocuparnos de nuestras propias necesidades, sino que simplemente antepongamos las necesidades de los demás a las nuestras. De hecho, es muy difícil servir a los demás cuando estamos pasando por un período difícil en nuestras vidas.

En tercer lugar, todas y todos nosotros debemos ayudar a más de una persona, debemos ayudar "a los demás" en plural. En la actualidad, hay muchas personas que dicen que cuando se hace una cosa amable por otra persona, eso puede crear una cadena de amabilidad sin fin. Aunque estos dichos nos describen algo que es verdad, las enseñanzas de Pablo van un paso más allá. Los creyentes deben ayudar a los demás en plural, a tantas personas como puedan. En el caso de los filipenses, ellos debían ayudarse mutuamente dentro de la congregación que se reunía en una casa-iglesia. Después de eso, su amabilidad debía centrarse en servir a las personas que todavía no conocían a Cristo. Al ayudar tanto a los creyentes como a los no creyentes que había más allá de su comunidad, estaban cumplimiento la Gran Comisión de Jesús, la cual compartió con Sus discípulos en Mateo 28:18–20.