¿Qué significa Filipenses 2:15?
Vivir sin murmuraciones ni peleas (Filipenses 2:14) hace que a una persona sea "irreprensible y sencilla". De hecho, tanto los creyentes en general como los líderes de la iglesia deben siempre intentar ser irreprensibles en todo lo que hacen (1 Timoteo 3:2). Espiritualmente hablando, esto no se refiere al pecado o a la moralidad, sino al hecho de si una persona puede o no ser criticada legítimamente por los demás.El objetivo de no quejarse ni pelearse no es simplemente vanagloriarnos de que no lo hacemos, sino vivir de una manera totalmente diferente a como lo hace el mundo depravado en el que vivimos. Todos los verdaderos creyentes son hijos de Dios (Juan 1:12–14). Sin embargo, vivir sin mancha como hijos de Dios requiere hacer un esfuerzo y tener una diligencia constante. Parte de la razón por la que poner esto en práctica es difícil es por el pecado inherente que existe en el mundo que nos rodea. Los creyentes deben estar en el mundo, pero no deben pertenecer al mundo, y es esa situación lo que provoca dificultades, problemas y la posibilidad de ser tentados. Sin embargo, los creyentes deben ser ejemplos únicos y poderosos: "luminares en el mundo". Lo que Pablo dice aquí se parece mucho a lo que Jesús mismo nos enseñó: "de la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos" (Mateo 5:16).