¿Qué significa 1 Tesalonicenses 2:1?

Pablo comienza a reflexionar sobre su viaje misionero en Tesalónica. De acuerdo con lo que dice, todo fue sobre ruedas. Tal y como Pablo lo dice 1 Tesalonicenses 1:9, los tesalonicenses se habían convertido en sus hermanos: dejaron la idolatría y se convirtieron en siervos de Dios al mismo tiempo que empezaron a desear con ansias el regreso de Jesús del cielo. Cuando Dios envía Su palabra, nunca vuelve vacía. De hecho, Su mensaje puede ser como la semilla que cae en corazones que son como el terreno pedregoso y acaban siendo abrasadas por el sol; o puede caer sobre corazones que son como un camino en el que los pájaros devoran la semilla; o puede caer sobre algunos corazones que son como tierra de espinos que ahogan la semilla (Marcos 4:1–9).

Sin embargo, la Palabra de Dios al final también acaba cayendo sobre buena tierra que produce una cosecha abundante. En Isaías 55:10–11, Dios dice algo similar sobre Su Palabra: "así como la lluvia y la nieve caen de los cielos, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra y la hacen germinar y producir, con lo que dan semilla para el que siembra y pan para el que come, así también mi palabra, cuando sale de mi boca, no vuelve a mí vacía, sino que hace todo lo que yo quiero, y tiene éxito en todo aquello para lo cual la envié".