¿Qué significa Hebreos 1:2?

Los versículos 1 y 2 de Hebreos enfatizan el hecho de que Cristo es la última parte del mensaje continuo y consistente de Dios. Dios nos había hablado a través de los profetas del Antiguo Testamento, y ahora nos habla a través de la persona de Jesucristo, y estos mensajes no se contradicen. Jesús es el Mesías de quien hablaron esos profetas. Dado que este es un mensaje de Dios, es lógico que los que aman a Dios deban escucharlo. Saber que Jesús nos trae un mensaje de Dios, es al mismo tiempo Dios, y es la verdad suprema, nos prepara para las muchas advertencias que esta carta nos presenta contra un posible rechazo del evangelio.

El final del versículo 2 también introduce una idea fundamental para la fe cristiana: Jesucristo es Dios. Los primeros cuatro versículos de este libro establecen que Jesús no es un ser creado o un ser superior a un ángel. Según el versículo 3, Jesús es la "imagen misma de lo que Dios es". Esto es lo que la Biblia nos enseña constantemente, que Cristo es completamente Dios y completamente hombre.

Las palabras de este versículo se hacen eco del Evangelio de Juan, que señala que "por ella (La Palabra/Cristo) fueron hechas todas las cosas. Sin ella (La Palabra/Cristo) nada fue hecho de lo que ha sido hecho" (Juan 1:3). Esto deja claro que Jesús es, de hecho, parte del Dios eterno y no un ser creado. Todas las cosas que "fueron hechas" fueron hechas por Dios; lo único que no está "hecho" es el Creador eterno.