¿Qué significa Proverbios 28:11?

La riqueza puede ser peligrosa a nivel espiritual (Mateo 19:23) en parte porque nos tienta a creer que somos autosuficientes. El Libro de Proverbios nos dice que es más probable que las personas que trabajan duro y tienen sentido común acaben teniendo éxito (Proverbios 10:4; 12:11; 28:19). Sin embargo, el libro de Proverbios también reconoce que la vida está muy influenciada por factores que están fuera de nuestro alcance (Proverbios 16:9; 27:1). Las personas que se vuelven ricas no deben pensar que lo han conseguido solo a través de sus propios medios. Dios es quien permite que todo ocurra o que no ocurra (Job 1:21). El hecho de que una persona sea rica no significa necesariamente que siempre lleve razón o sea una persona buena. Una persona pobre y luchadora que confía en la sabiduría de Dios (Proverbios 1:7) puede superar a una persona rica arrogante que piensa que las riquezas lo son todo en la vida.

Santiago 1:16–17 nos advierte lo siguiente: "queridos hermanos míos, no se equivoquen. Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación". Una de las debilidades que Jesús encontró en la iglesia de Laodicea fue la manera en que confiaba en sí misma. Debido a que tenían mucho éxito a nivel material, esa iglesia asumió que no necesitaba nada más. Sin embargo, Jesús le dijo a esa iglesia que en realidad era pobre y que estaba corriendo un gran peligro. Jesús estaba listo para escupir a la iglesia de su boca de manera simbólica (Apocalipsis 3:14–22). Por tanto, la riqueza no hace que una persona se vuelva sabia. Una persona sabia tiene la capacidad de reconocer los momentos en los que una persona rica se está simplemente jactando de lo que tiene, y nada más.