¿Qué significa 1 Tesalonicenses 3:6?
Pablo no pudo regresar para estar con los cristianos de Tesalónica (1 Tesalonicenses 2:18), por lo que envió a Timoteo (1 Tesalonicenses 3:1–2), y lo hizo tanto fortalecerlos como para saber si habían podido resistir a través de todas las dificultades por las que pasaron (1 Tesalonicenses 3:5). La preocupación de Pablo era que el Diablo pudiera haber impedido que los creyentes tesalonicenses crecieran más en la fe. Este temor desapareció por completo cuando Timoteo llegó de Tesalónica. Timoteo le dijo que los tesalonicenses siguieron creciendo espiritualmente a pesar de las dificultades por las que estaban pasando. Se amaban los unos a los otros, trabajaban duro y tenían una esperanza inquebrantable (1 Tesalonicenses 1:3). Los tesalonicenses estaban imitando fielmente a Pablo, sus compañeros misioneros y al Señor (1 Tesalonicenses 1:6). Además, también se convirtieron fieles mensajeros de la Palabra de Dios (1 Tesalonicenses 1:8).En 1 Tesalonicenses 3:6 Pablo habla de la confianza que habían puesto en el Señor y de la manera que lo echaban de menos, lo cual le alegró muchísimo a Pablo. Pablo también se alegró por el hecho de que los tesalonicenses pensaran bien de él y de que quisieran verlo tanto como él quería verlos a ellos. Incluso aunque Pablo no estuviera con ellos y estuvieran pasando por muchas dificultades, siguieron creciendo en su fe, lo cual prueba el amor que los creyentes sentían por el Señor y el amor que sentían los unos por los otros. Pablo y los tesalonicenses se echaban muchísimo de menos, y querían verse lo más pronto posible.