¿Qué significa 1 Juan 4:15?

Juan vuelve nuevamente a mencionar la idea de "confesar" el nombre de Jesús, algo que ya hizo durante los versículos 2 y 3. Anteriormente en este capítulo, Juan enseñó que el espíritu que confiesa a Jesús proviene de Dios. Aquí, Juan enseña que Dios vive dentro de las personas que confiesan que Jesús es el Hijo de Dios, y esas personas viven en Dios. Por tanto, Juan pasa de hablar de cómo podemos reconocer que Jesús está presente en la vida de los demás a hablar sobre cómo podemos hacer lo mismo en nuestras vidas.

En 1 Juan 4:2, Juan también enfatizó que los falsos maestros son los únicos que niegan que Jesús vino en la carne. Otra parte fundamental de la verdad es que Jesús también es divino, que es el Hijo de Dios. Ambos aspectos son esenciales para conocer a Dios. Jesús es a la vez plenamente humano y divino. En realidad, puede que no lo entendamos completamente, pero debemos reconocer que Jesús es humano y divino. Sin Su humanidad, Jesús no podría haber muerto y haber resucitado. Sin Su deidad, Él no podría haber vivido sin haber pecado y ofrecerse como un sacrificio perfecto por la humanidad. Ambos aspectos de Su ser son esenciales tanto para Su obra como para nuestra salvación.