¿Qué significa 1 Corintios 9:11?
Paul continúa usando metáforas que hacen referencia a la agricultura para afirmar su derecho a recibir apoyo financiero de los corintios. Sin embargo, Pablo les pidió que no lo hicieran por razones se nos explicarán más tarde. Usando un lenguaje simple de agricultura—sembrar y cosechar—Pablo insiste en que, dado que él y sus colaboradores sembraron cosas espirituales entre los corintios, también tenían derecho a cosechar recompensas materiales.Este versículo presenta el argumento en forma de pregunta, quizás para suavizar un poco el impacto que tendría sobre ellos: ¿será mucho pedir que cosechemos de ustedes lo material?"
Pablo realizó una conexión similar en la carta que les escribió a los romanos cuando habló sobre el dinero que los cristianos gentiles enviaron para apoyar a los cristianos judíos que vivían en Jerusalén. Pablo dijo que los gentiles, de hecho, se lo debían: "pues les pareció que era lo correcto, y se sienten en deuda con ellos. Porque si los que no son judíos han sido hechos partícipes de las bendiciones espirituales, deben también compartir las bendiciones materiales" (Romanos 15:27).
Aunque Pablo dejará claro que no reclamó que los corintios le ayudaran, la iglesia cristiana ha practicado este principio durante la mayor parte de su historia. Las personas que dedican sus vidas y habilidades a compartir y enseñar el evangelio tienen derecho a recibir ayuda del resto de los cristianos.
1 Corintios 9:1–18 habla sobre la razón por la que Pablo, siendo un apóstol, tenía derecho a pedir apoyo financiero de las personas a las que servía, incluidos los cristianos de Corinto. Aunque podía pedirles ayuda, Pablo se negó a usar un derecho que en realidad le pertenecía. Pablo no quería que nada se interpusiera en el camino de alguien que escuchara el evangelio. Debía predicar el evangelio, y punto. Sin embargo, Pablo quería ofrecer y compartir el evangelio gratis a pesar de que tenía el derecho a pedirles ayuda financiera. Este pasaje establece el hecho de que los creyentes tienen la obligación de apoyar económicamente a aquellos que sirven a través del ministerio. El hecho de que Pablo no se beneficiara de este derecho, el cual en realidad le pertenecía, hizo que su mensaje fuera aún más válido.
Pablo anima a los cristianos de Corinto a que renuncien voluntariamente a sus "derechos" por el bien de las personas que eran más débiles en su fe. Pablo demuestra que él también había renunciado a sus derechos, incluido el derecho que los apóstoles tenían a recibir apoyo financiero de aquellos a quienes servían. En cambio, Pablo se alegró de que sirvió a los corintios sin haber recibido ninguna compensación de ellos, incluso aunque había sido difícil para él. Pablo se describe a sí mismo como un atleta que está compitiendo para conseguir el premio de una corona en la eternidad. La idea que quería compartir es que los creyentes siempre deben tratar de buscar la piedad y el bien de los demás siguiendo ese mismo compromiso.