¿Qué significa 1 Corintios 8:8?
Algunos creyentes en Corinto estaban desafiando las enseñanzas de Pablo acerca de no comer alimentos que supieran que se les había ofrecido a dioses e ídolos falsos (1 Corintios 8:1). Después de todo, argumentaron, sabían que los ídolos eran dioses falsos y que solo Dios es real (1 Corintios 8:4).Pablo ha respondido que, aunque eso era verdad (1 Corintios 8:5–6), no era algo que todo el mundo lo entendiera en ese momento. De hecho, muchos de los corintios que se habían convertido al cristianismo habían formado parte de la adoración de ídolos. Después de haber creído y adorado a los ídolos por tanto tiempo, a alguno de esos nuevos creyentes les costaba aceptar que todos esos ídolos fueran en realidad dioses falsos. Esa es la razón por la que algunos no podían comer alimentos que se les hubiera ofrecido a los ídolos con la conciencia tranquila, porque su conciencia era "débil" (1 Corintios 8:7).
Pablo estaba de acuerdo con aquellos que lo desafiaron y dijo que la comida era eso: solo comida. Comer una cosa u otra, en sí mismo, no es algo que le importe a Dios, ya que todo lo que Dios ha hecho puede usarse para hacer el bien (1 Timoteo 4:4). En realidad, no hay ninguna comida o bebida específica que esté ligada al pecado. Parte del proceso de discipulado nos debe llevar a entender que, en Cristo, somos libres de comer lo que queramos.
Eso no quiere decir, sin embargo, que no haya límites para los creyentes. Pablo aclarará más adelante que podemos comer de todo mientras nuestra conciencia esté tranquila. De hecho, Pablo lo dice de manera muy clara en la carta que le escribió a los romanos (Romanos 14:23). Esto es lo que algunos creyentes de Corinto todavía no pudieron llegar a entender.
1 Corintios 8:1–13 comienza con la respuesta más larga que Pablo ofreció en todas sus cartas sobre la cuestión de asistir a las funciones en los templos de los ídolos o comer alimentos que se les hubiera ofrecido a los ídolos. Pablo parece mezclar sus comentarios con los propios comentarios que le hicieron los corintios. Parece ser que los corintios le habían escrito previamente a Pablo diciendo que no estaban "adorando" a los ídolos. Sabían que los ídolos en realidad no existían y que solo Dios es real. Pablo responde que el problema aquí no era la falta de conocimiento sino la falta de amor. Algunos hermanos y hermanas en Cristo no podían comer comida que se les hubiera ofrecido a los ídolos con la conciencia limpia. Los cristianos con una fe más fuertes corrían el riesgo de inducir al pecado a los más cristianos con una fe más débil y, de ese modo, ellos también corrían el riesgo de pecar.
Pablo responde a las objeciones que le presentaron los corintios acerca de las restricciones sobre comer en los templos de ídolos o de comer alimentos que se les hubiera ofrecido a esos mismos ídolos. Esas actividades estaban profundamente integradas en la sociedad corintia y en la vida cotidiana de las personas. Pablo estaba de acuerdo en que los ídolos no eran nada y que la comida era solo comida. El problema es que algunos cristianos que habían formado parte de la adoración a ídolos no podían comer comida que se les hubiera ofrecido a esos ídolos con la conciencia tranquila. Para ellos, hacer eso era pecado. Si los cristianos que eran más fuertes a nivel de conciencia, los que comprendían mejor la verdad, indujeran al pecado a sus hermanos más débiles, ellos también serían culpables de pecar en contra de sus hermanos y en contra de Cristo.