¿Qué significa 1 Corintios 8:3?
En la carta que los corintios le enviaron a Pablo (1 Corintios 7:1), le plantearon el tema de comer alimentos que se les hubiera ofrecido a los ídolos. Tal vez estaban desafiando lo que él les había enseñado sobre este tema diciendo que "todos nosotros poseemos conocimiento". Pablo ha dicho que había dos problemas con el tipo de conocimiento del que estaban hablando. Primero, el conocimiento por sí solo nos lleva hacia el orgullo, mientras que el amor es lo que edifica a las personas (1 Corintios 8:1). Segundo, el hecho de que alguien crea que sabe algo no significa que realmente lo sepa (1 Corintios 8:2).Pablo dice nuevamente que el amor es lo que en realidad importa, especialmente cuando ese amor se dirige hacia Dios. Aquí, nuevamente, usa la raíz griega de la palabra agapao, la cual implica un tipo de amor desinteresado y sacrificial.
De hecho, es mejor que Dios nos conozca en lugar de tener conocimiento sobre él. Dios ama a las personas que lo conocen, y esas personas le pertenecen. Las personas que le pertenecen a Dios deben separarse por completo de las fuerzas malignas, los demonios, los cuales representan la verdadera fuerza que hay detrás de la adoración de los ídolos y los dioses falsos (1 Corintios 10:20–21).
1 Corintios 8:1–13 comienza con la respuesta más larga que Pablo ofreció en todas sus cartas sobre la cuestión de asistir a las funciones en los templos de los ídolos o comer alimentos que se les hubiera ofrecido a los ídolos. Pablo parece mezclar sus comentarios con los propios comentarios que le hicieron los corintios. Parece ser que los corintios le habían escrito previamente a Pablo diciendo que no estaban "adorando" a los ídolos. Sabían que los ídolos en realidad no existían y que solo Dios es real. Pablo responde que el problema aquí no era la falta de conocimiento sino la falta de amor. Algunos hermanos y hermanas en Cristo no podían comer comida que se les hubiera ofrecido a los ídolos con la conciencia limpia. Los cristianos con una fe más fuertes corrían el riesgo de inducir al pecado a los más cristianos con una fe más débil y, de ese modo, ellos también corrían el riesgo de pecar.
Pablo responde a las objeciones que le presentaron los corintios acerca de las restricciones sobre comer en los templos de ídolos o de comer alimentos que se les hubiera ofrecido a esos mismos ídolos. Esas actividades estaban profundamente integradas en la sociedad corintia y en la vida cotidiana de las personas. Pablo estaba de acuerdo en que los ídolos no eran nada y que la comida era solo comida. El problema es que algunos cristianos que habían formado parte de la adoración a ídolos no podían comer comida que se les hubiera ofrecido a esos ídolos con la conciencia tranquila. Para ellos, hacer eso era pecado. Si los cristianos que eran más fuertes a nivel de conciencia, los que comprendían mejor la verdad, indujeran al pecado a sus hermanos más débiles, ellos también serían culpables de pecar en contra de sus hermanos y en contra de Cristo.