¿Qué significa Proverbios 29:5?
La palabra "lisonja" se refiere al momento en el que una persona le hace cumplidos a los demás que son indebidos o que rozan lo excesivo. Los halagos siempre son una tentación, ya sea que la persona que esté halagando lo esté haciendo con sinceridad o no. Un adulador deshonesto, por supuesto, se dedica a manipular a los demás (Proverbios 6:24; 26:28) mintiendo (Proverbios 6:16–19). Los halagos sirven para confundir e incluso engañar a sus víctimas. Un ejemplo de esto fue Aod, quien era muy astuto y también era zurdo, y que también saludó al rey de Moab con halagos y luego lo asesinó horriblemente porque estaba desprevenido (Jueces 3:15–23).Sin embargo, la mayoría de los intérpretes piensan que son los halagadores los que se tienden una trampa a ellos mismos, lo cual quizás se puede ver en la primera mitad del siguiente proverbio (Proverbios 29:6), el cual nos habla de las personas que están enredados en sus propios pecados. Este versículo es similar a una famosa cita del autor Walter Scott, quien dijo: "oh, qué telaraña enredada tejemos, cuando primero nos dedicamos a engañar". Los halagadores tejen una red para atrapar a sus víctimas que al final también los pilla a ellos. Dado que la adulación es una mentira, el adulador corre el riesgo de ser atrapado en su deshonestidad. A lo mejor le dicen cosas diferentes a cada persona y acaban contradiciéndose, o quizás pueden verse obligados a admitir que sus elogios fueron una mentira. Las mentiras se contradicen con la verdad, y al final se acaban contradiciendo a sí mismas.
Los creyentes están llamados a reconocer que la mentira es una obra de la carne que va en contra de la vida en el Espíritu que se supone que debemos llevar (Gálatas 5:16). Pablo les ordenó a los colosenses lo siguiente: "no se mientan los unos a los otros, pues ya ustedes se han despojado de la vieja naturaleza y de sus hechos" (Colosenses 3:9).
Proverbios 29:1–11 comienza haciéndonos una advertencia muy seria. Salomón (Proverbios 25:1) hace un contraste entre el gobierno justo y el gobierno de los malvados. Este pasaje también nos habla sobre el engaño y señala que la justicia se muestra a través del hecho de ser caritativo con los pobres. Discutir con necios no tiene sentido, y siempre debemos controlar nuestro temperamento.
Gran parte de este pasaje nos habla sobre las consecuencias negativas de las actitudes o comportamientos que son pro-vocados a raíz de nuestra imprudencia: la terquedad siempre nos lleva hacia el desastre. La falta de autocontrol hace que pasemos vergüenza. Los gobernantes que son ignorantes e impíos propagan el pecado y la corrup-ción. El orgullo nos lleva hacia la humillación. La mayoría de estas declaraciones siguen el patrón de dos partes que ya se estableció en otra parte del libro de Proverbios. La lección final hace un resumen entre la profunda diferencia que existe entre las personas que son bondadosas y las únicamente se dedican a perseguir sus propios deseos.