Verso
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21

Gálatas 2:20

LBLA Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí ; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
NBLA “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
NVI He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
RV1960 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
JBS Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.

¿Qué significa Gálatas 2:20?

Este versículo es muy querido, y se cita, se imprime y se repite con frecuencia, especialmente la primera mitad del mismo. Esta es también la declaración más grandiosa que Pablo ha hecho hasta ahora acerca de lo que sucede exactamente cuando alguien alcanza la salvación o es justificado al poner su fe en Cristo. En un sentido muy real, Pablo dice que nos apegamos tanto a Él que morimos con Él y Él comienza a vivir en nosotros. Pablo ha estado enfatizando que la fe, y solo la fe, es lo que nos salva, y añadirle cualquier requisito de buenas obras o rituales a la verdad del evangelio significa destruirlo por completo (Gálatas 1:8–9; 2:16).

Cristo fue crucificado por nuestros pecados. A través de nuestra fe, confiamos en que Su muerte pagó por nuestro propio pecado personal. De esa manera, nuestros pecados y nosotros mismos somos crucificados junto a Él, en la cruz. Los pecadores son reemplazados por el Cristo resucitado, quien comienza a vivir en nosotros. Es cierto que continuamos viviendo en la carne, por supuesto, pero nuestras vidas ya no están dirigidas por nuestro yo pecaminoso sino por nuestra fe en Cristo. Pablo también habla ampliamente de esta gran verdad en Romanos 6:1–6.

Por primera vez, Pablo menciona el motivo por el que Jesús murió por nosotros: el amor. Cristo murió por nosotros porque nos ama. A diferencia del inflexible sistema que supone la ley, Cristo está motivado por el amor y la preocupación que siente por todos nosotros.
Expand
Resumen de contexto
En Gálatas 2:15–21 Pablo habla sobre la diferencia que existe entre la fe en Cristo y el cumplimiento de la ley. Nadie puede ser justificado a ojos de Dios por medio de las obras de la ley, sino solo por la fe en Cristo. Creer en Cristo significa que somos crucificados junto a Él y que Jesús acaba recibiendo la pena por los pecados que nosotros mismos decidimos cometer. Pablo vivía a través de la fe en el Hijo de Dios. Jesús se entregó para salvar a Pablo de sus pecados porque lo amaba. Por tanto, decir que una persona puede ser justificada a través de la ley es como decir que en realidad Jesús dio su vida por nada.
Expand
Resumen del capítulo
Pablo tuvo una reunión crucial con los otros apóstoles. ¿Estaban predicando, como él lo hacía, que la salvación solo se puede alcanzar a través de la fe en Cristo y no siguiendo la ley? Al final se dio cuenta de que sí estaban haciéndolo, pero había ciertos falsos hermanos entre ellos que se oponían al evangelio de la gracia de Dios. Después de recibir la aprobación oficial de Pedro y los demás, Pablo llegó a oponerse a Pedro por haber intentado distanciarse públicamente de los cristianos gentiles por temor a cómo podrían verlo el resto de los cristianos judíos en Jerusalén. Pablo dice que la justificación solo se alcanza a través de la fe en Cristo y no por las obras de la ley.
Expand
¿Qué es el evangelio?
Download the app:
BibleRef.com is a ministry of