¿Qué significa 1 Corintios 1:31?
Pablo cita Jeremías 9:23–24 para enfatizar que "el que se gloría, que se gloríe en el Señor", lo cual significa que no hay ningún tipo de sabiduría o poder del que podamos vanagloriarnos. En el versículo anterior, Pablo nos mostró que Dios nos considera parte de Su familia solo porque Él decidió otorgarnos el regalo de la fe a través de lo que Cristo ha hecho por nosotros. Por lo tanto, no tenemos nada de valor en nosotros más allá de Cristo. Saber cosas de Dios es algo bueno (2 Timoteo 2:15), pero ese conocimiento no puede salvarnos (Santiago 2:19).En el Señor, en cambio, tenemos todo lo que verdaderamente importa, y lo tenemos para siempre. Pablo nos anima a gloriarnos únicamente en el Señor y en el hecho de que todo lo que somos y tenemos proviene de Dios y Su voluntad.
En resumen, Pablo nos ha dicho que las personas que rechacen tener fe en Cristo porque eso les pudiera parecer algo inútil acabarán siendo humillados durante el día del juicio, el día en el que todos compareceremos ante Dios. Por lo tanto, en el día del juicio, no habrá nadie que se jacte de sus propias posiciones sociales, logros o riquezas delante de Dios (1 Corintios 1:29).
1 Corintios 1:18–31 describe la locura del evangelio cuando se considera a través de los ojos del mundo. Tanto los judíos como los griegos rechazaron la idea del Cristo crucificado. Cualquier dios que muriera en una cruz romana, especialmente con el objetivo de convertirse en un sacrificio por los pecados de la humanidad, no debería ser considerado como un dios en absoluto. Sin embargo, Dios avergonzará a los sabios y a los fuertes, ya que Dios les dio a las personas más débiles del mundo la capacidad de creer en la cruz de Cristo. Al final, nadie podrá jactarse ante Él de su propia fuerza y sabiduría.
La carta que Pablo les escribió a los cristianos de Corinto comienza dando gracias por los grandes y poderosos dones que Dios les había concedido a través de Su gracia y a través de su fe en Cristo. Todas estas personas serían consideradas como personas justas durante el juicio final. En ese momento, sin embargo, debían dejar de tener conflictos que se basaran en la persona a la que ellos creían que debían seguir y, en cambio, debían unirse en Cristo. El mensaje del evangelio de la muerte de Cristo en la cruz es algo inaudito para el mundo, pero Dios les ha otorgado la fe en Cristo a las personas que creen y encuentran el poder y la sabiduría de Dios.