¿Qué significa Proverbios 15:5?
Salomón escribe una vez más sobre la relación que un hijo tiene con su padre y cómo este lo corrige (Proverbios 3:1; 4:1; 5:1; 7:1; 13:1). Las personas que hacen todo lo posible por seguir los caminos de la sabiduría evitan el sufrimiento mucho más que las personas que no lo hacen (Proverbios 14:15–18).En Deuteronomio 6:4–9 el Señor les dice a los padres que instruyan a sus hijos en los mandamientos del Señor. Les dice que instruyan a sus hijos tanto en casa como fuera de casa, tanto durante sesiones formales como sesiones informales. El mandamiento más importante de todos es "y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas" (Deuteronomio 6:5).
Este mismo consejo también se les aplica a los padres en la actualidad. Efesios 6:4 les dice a los padres que críen a sus hijos con la sabiduría de Dios y que les hablen cuidadosamente. En ese mismo capítulo, Pablo les ordena a los hijos que obedezcan a sus padres en el Señor (Efesios 6:1). Salomón señala que rechazar la enseñanza de un hombre que sea más sabio que nosotros denota nuestra imprudencia; las personas sensatas escuchan los buenos consejos, aceptan los momentos de corrección y cambian sus estilos de vida de acuerdo con los consejos que reciben de las personas que son más sabias que ellos o ellas (Proverbios 10:17).
Proverbios 15:1–5 se centra en la sabiduría que se necesita para responder correctamente en los momentos más difíciles. Una respuesta amable es clave para solucionar estas situaciones. Las personas que se dedican a atacar y a insultar a los demás son necios. En cambio, las personas que se toman su tiempo para considerar una respuesta demuestran su sabiduría. Salomón nos recuerda que Dios lo ve y lo sabe todo, y nos recuerda de nuevo sobre la importancia que tiene el hecho de escuchar a las personas sabias que intentan darnos consejos.
Salomón comienza este capítulo de Proverbios abordando temas como la ira y el dominio propio y la manera en que esas actitudes provocan problemas en las relaciones que tenemos con los demás. Es importante pensarse más de una vez lo que decimos o dejamos de decir. Las personas sabias buscan la sabiduría y la aceptan con humildad. Las personas necias son descuidadas, perezosas y arrogantes. Salomón destaca la importancia que tiene todo esto, y una vez más elogia a las personas que buscan sinceramente la sabiduría de Dios.