¿Qué significa Efesios 3:6?

Este misterio que Dios les reveló a los apóstoles y a los profetas (Efesios 3:5) incluía tres aspectos fundamentales. Primero, que los creyentes gentiles y judíos eran miembros iguales de una misma familia espiritual gracias al Mesías. En segundo lugar, los gentiles son "miembros del mismo cuerpo" al igual que lo son los creyentes judíos. La iglesia, desde el principio, estuvo formada por todas las personas que creían en Jesús, no sólo por las que eran de ascendencia judía.

Tercero, el alcance del evangelio no se limitaba exclusivamente con el pueblo judío, sino que estaba disponible para todos los que creyeran (Romanos 1:16); esa es la razón por la que Jesús les ordenó a Sus seguidores que hicieran discípulos de todas las naciones o grupos de personas (Mateo 28:18–20). Dios llamó a Pablo específicamente para que se convirtiera en un misionero entre los gentiles, lo cual incluía a los cristianos de Éfeso, que casi todos eran gentiles. Tal y como Pablo lo dice en Gálatas 3:28, "ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús".

Estas verdades seguramente fueron muy reconfortantes para los cristianos gentiles, pero algo desafiantes para los cristianos judíos. La antigua barrera que existía entre los judíos y los gentiles ya no tenía sentido, pues a partir de ese momento, todos los creyentes eran uno en Cristo.