¿Qué significa Efesios 3:2?
En este versículo, Pablo opta por no volver a hablar sobre cómo llegó a la fe en Cristo y la manera en que Dios lo llamó para formar parte del ministerio. En cambio, da por sentado que los cristianos de Éfeso ya conocían su testimonio porque ya había estado tres años con ellos. Al decir que Dios le había asignado la misión de alcanzar a los gentiles, Pablo quiere decir que Dios le confió la responsabilidad de compartir el Evangelio con todos ellos.Después de que Cristo llamara a Pablo cuando éste se encontraba de camino a Damasco (Hechos 9), Dios le dijo a Ananías en una visión: "ve allá, porque él [Pablo] es para mí un instrumento escogido. Él va a llevar mi nombre a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel. Yo le voy a mostrar todo lo que tiene que sufrir por causa de mi nombre" (Hch 9,15–16). Pablo iba a ministrarles a los gentiles, a los judíos, a hombres comunes y a líderes políticos, y también tendría que soportar duras pruebas en nombre de Cristo. Mientras estaba bajo arresto domiciliario en Roma y les estaba escribiendo a sus amigos de Éfeso, todas estas predicciones ya se habían cumplido y continuaban cumpliéndose.
Efesios 3:1–13, Pablo nos explica su ministerio dentro del contexto del misterio que Dios le reveló. Dios quiso que Pablo fuera el apóstol de los gentiles, aunque aún así siempre le predicaba a todo el que quisiera escucharlo. Sin embargo, antes de que Dios lo llamara, Pablo había estado persiguiendo a la Iglesia y, por lo tanto, no era creyente; la gracia divina de Dios fue lo que salvó a Pablo en última instancia, y la gracia divina de Dios es lo único que puede hacer crecer a la familia de la Iglesia. Incluso los ángeles estaban aprendiendo más acerca de los misterios de Dios mientras lo observan obrando a través de Su iglesia.
El capítulo 3 de Efesios nos resume la enseñanza doctrinal de Pablo y comparte una aplicación práctica de la misma. Pablo habla tanto de su encarcelamiento como de su vocación espiritual. Esta vocación incluía la proclamación del hecho de que todas las personas, tanto judíos como gentiles, pueden ahora formar parte de la misma familia espiritual. Pablo también ora por la fortaleza espiritual de la iglesia de Éfeso, y nos explica que, al ir aprendiendo nuevas cosas sobre Cristo, también debemos actuar en consecuencia en la manera en que vivimos por y para Cristo.