¿Qué significa 2 Corintios 6:11?
Pablo expresa una gran emoción y afecto en este y los siguientes versículos. Pablo reconoce que les había hablado libremente. En otras palabras, no les había ocultado nada por miedo a que tal vez pudiera herir sus sentimientos. Tal y como lo ha dejado claro, había mucho en juego y, al final y al cabo, la verdad era más importante que la amabilidad. Si alguien no confía en Cristo para el perdón de sus pecados está en peligro de perder la gracia que Dios nos ha ofrecido a todos como un regalo (2 Corintios 6:1).Pablo también ha hablado libremente en defensa de su propia integridad y autoridad como apóstol, así como la integridad de todos los que ministraban junto a él. Pablo dijo que tanto él como sus colaboradores hicieron todo lo posible para no convertirse en un obstáculo para las personas que querían acercarse a Dios a través de Cristo.
Aun así, a pesar de los conflictos que surgieron con los cristianos de Corinto, los corazones de Pablo y sus asociados estaban abiertos de par en par. Tal y como se describe aquí, el afecto que les tenían a los corintios había incluso aumentado mucho más. En resumen, Pablo los seguía queriendo igual. El hecho de que los llamara por su nombre es evidencia de que los quería mucho.
En 2 Corintios 6: 1–13 Pablo y sus colaboradores elogian a los corintios. Además, les ofrece evidencia para confirmar que ellos no habían sido falsos apóstoles, sino que habían representado fielmente a Cristo a través de todo tipo de sufrimiento y el poder que Dios había demostrado a través de ellos. Pablo dice que ellos habían sido impecables y anima a los corintios a no perderse el día de la salvación de Dios y a seguir confiando en Cristo. Pablo también dice que su corazón sigue abierto hacia la iglesia de Corinto y les pide que ellos le abran sus corazones a él también.
En este capítulo, Pablo les pide a los corintios que no se pierdan el día de la salvación. Pablo insiste en que tanto él como los que trabajan con él no habían hecho nada para provocar que alguien comenzara a tener dudas sobre Cristo. Pablo comparte una serie de información que confirmaba que él era un verdadero apóstol y representante de Cristo, y les pide a los corintios que le abran nuevamente el corazón. Pablo les ordena que no confíen en los incrédulos ya que Cristo no tiene nada que ver con Satanás o la oscuridad. Dios vivía en ellos a través del Espíritu Santo, por lo que debían separarse de todo lo que se opone a Dios.