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RV1960
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Capítulo
11
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
Verso
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
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20
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22
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42
43
1 Reyes capitulo 11
La Biblia de las Américas
1
Pero el rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas,
2
de las naciones acerca de las cuales el SEÑOR había dicho a los hijos de Israel: No os uniréis a ellas, ni ellas se unirán a vosotros,
porque
ciertamente desviarán vuestro corazón tras sus dioses.
Pero
Salomón se apegó a ellas con amor.
3
Y tuvo setecientas mujeres
que eran
princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón.
4
Pues sucedió que cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por entero al SEÑOR su Dios, como
había estado
el corazón de David su padre.
5
Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
6
Salomón hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como
le había seguido
su padre David.
7
Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.
8
Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
9
Y el SEÑOR se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del SEÑOR, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,
10
y le había ordenado en cuanto a esto que no siguiera a otros dioses, pero él no guardó lo que el SEÑOR le había ordenado.
11
Y el SEÑOR dijo a Salomón: Porque has hecho esto, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que te he ordenado, ciertamente arrancaré el reino de ti, y lo daré a tu siervo.
12
Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a tu padre David,
sino que
lo arrancaré de la mano de tu hijo.
13
Tampoco arrancaré todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén la cual he escogido.
14
Entonces el SEÑOR levantó un adversario a Salomón, Hadad edomita; éste era de linaje real en Edom.
15
Sucedió que cuando David estaba en Edom, y Joab, el comandante del ejército, subió a enterrar a los muertos y mató a todos los varones de Edom
16
(pues Joab y todo Israel permanecieron allí seis meses hasta que dieron muerte a todos los varones en Edom),
17
Hadad huyó a Egipto, él y algunos edomitas de los siervos de su padre con él,
siendo
Hadad aún un muchacho.
18
Salieron de Madián y fueron a Parán ; tomaron consigo hombres de Parán y fueron a Egipto, a Faraón, rey de Egipto, que dio a Hadad una casa, le asignó alimentos y le dio tierra.
19
Y halló Hadad gran favor ante los ojos de Faraón, que le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.
20
Y la hermana de Tahpenes le dio a luz a su hijo Genubat, a quien Tahpenes destetó en casa de Faraón; y Genubat permaneció en casa de Faraón entre los hijos de Faraón.
21
Pero cuando Hadad oyó en Egipto que David había dormido con sus padres, y que Joab, comandante del ejército, había muerto, Hadad dijo a Faraón: Despídeme para que vaya a mi tierra.
22
Entonces Faraón le dijo: ¿Qué te ha faltado junto a mí, que ahora procuras irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; sin embargo, debes dejarme ir.
23
Dios también le levantó
otro
adversario
a Salomón
, a Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su señor Hadad-ezer, rey de Soba ;
24
y había reunido consigo hombres y se había hecho jefe de una banda de merodeadores, después que David mató a los de Soba ; y fueron a Damasco y permanecieron allí, y reinaron en Damasco.
25
Fue adversario de Israel durante todos los días de Salomón, además de la maldad
hecha
por Hadad; y aborreció a Israel y reinó sobre Aram.
26
Y Jeroboam, hijo de Nabat, un efrateo de Sereda, cuya madre, una mujer viuda, se llamaba Zerúa, era siervo de Salomón y se rebeló contra el rey.
27
Y esta fue la causa por la cual se rebeló contra el rey: Salomón había edificado el Milo
y
cerrado la brecha de la ciudad de su padre David.
28
Este Jeroboam era guerrero valiente, y cuando Salomón vio que el joven era industrioso, lo puso al frente de todo el trabajo forzado de la casa de José.
29
Y sucedió en aquel tiempo que cuando Jeroboam salió de Jerusalén, el profeta Ahías silonita lo encontró en el camino. Ahías se había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo.
30
Entonces Ahías tomó el manto nuevo que
llevaba
sobre sí, lo rasgó en doce pedazos,
31
y dijo a Jeroboam: Toma para ti diez pedazos; porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: “He aquí, arrancaré el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus
32
(pero él tendrá una tribu, por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel ),
33
porque me han abandonado, y han adorado a Astoret, diosa de los sidonios, a Quemos, dios de Moab, y a Milcom, dios de los hijos de Amón, y no han andado en mis caminos, para hacer lo recto delante de mis ojos y
guardar
mis estatutos y mis ordenanzas, como
lo hizo
su padre David.
34
“Sin embargo, no quitaré todo el reino de su mano, sino que lo haré príncipe todos los días de su vida, por amor a mi siervo David a quien escogí, el cual guardó mis mandamientos y mis estatutos;
35
pero quitaré el reino de mano de su hijo y te lo daré a ti,
es decir
, las diez tribus.
36
“Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga siempre una lámpara delante de mí en Jerusalén, la ciudad que yo he escogido para poner allí mi nombre.
37
“Y a ti te tomaré, y reinarás sobre todo lo que deseas, y serás rey sobre Israel.
38
“Y sucederá que si escuchas todo lo que te ordeno y andas en mis caminos, y haces lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, entonces estaré contigo y te edificaré una casa perdurable como la que edifiqué a David, y yo te entregaré Israel,
39
y afligiré la descendencia de David por esto, mas no para siempre.”
40
Salomón procuró dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac, rey de Egipto, y estuvo allí hasta la muerte de Salomón.
41
Los demás hechos de Salomón, todo lo que hizo y su sabiduría, ¿no están escritos en el libro de los hechos de Salomón ?
42
El tiempo que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel
fue de
cuarenta años.
43
Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y su hijo Roboam reinó en su lugar.
Nueva Biblia de las Américas
1
Pero el rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, Moabitas, Amonitas, Edomitas, Sidonias e Hititas,
2
de las naciones acerca de las cuales el SEÑOR había dicho a los Israelitas: “No se unirán a ellas, ni ellas se unirán a ustedes,
porque
ciertamente desviarán su corazón tras sus dioses.”
Pero
Salomón se apegó a ellas con amor.
3
Y tuvo 700 mujeres
que eran
princesas y 300 concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón.
4
Porque cuando Salomón ya era viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al SEÑOR su Dios, como
había estado
el corazón de David su padre.
5
Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los Sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los Amonitas.
6
Salomón hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como
Lo había seguido
su padre David.
7
Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los Amonitas.
8
Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
9
Entonces el SEÑOR se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del SEÑOR, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,
10
y le había ordenado en cuanto a esto que no siguiera a otros dioses, pero él no guardó lo que el SEÑOR le había ordenado.
11
Y el SEÑOR dijo a Salomón: “Porque has hecho esto, y no has guardado Mi pacto y Mis estatutos que te he ordenado, ciertamente arrancaré el reino de ti, y lo daré a tu siervo.
12
Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a tu padre David,
sino que
lo arrancaré de la mano de tu hijo.
13
Tampoco arrancaré todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo por amor a Mi siervo David y por amor a Jerusalén la cual he escogido.”
14
Entonces el SEÑOR levantó un adversario a Salomón, Hadad el Edomita; éste era de linaje real en Edom.
15
Sucedió que cuando David estaba en Edom, Joab, el jefe del ejército, subió a enterrar a los muertos y mató a todos los varones de Edom
16
(pues Joab y todo Israel permanecieron allí seis meses hasta que dieron muerte a todos los varones en Edom),
17
pero Hadad huyó a Egipto, él y algunos Edomitas de los siervos de su padre con él,
siendo
Hadad aún un muchacho.
18
Salieron de Madián y fueron a Parán. Tomaron consigo hombres de Parán y fueron a Egipto, a Faraón, rey de Egipto, quien le dio a Hadad una casa, le asignó alimentos y le dio tierra.
19
Hadad halló gran favor ante los ojos de Faraón, y éste le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.
20
La hermana de Tahpenes dio a luz a su hijo Genubat, a quien Tahpenes destetó en casa de Faraón; y Genubat permaneció en casa de Faraón entre los hijos de Faraón.
21
Pero cuando Hadad oyó en Egipto que David había dormido con sus padres, y que Joab, jefe del ejército, había muerto, Hadad dijo a Faraón: “Despídame para que vaya a mi tierra.”
22
Entonces Faraón le dijo: “¿Qué te ha faltado junto a mí, que ahora procuras irte a tu tierra?” Y él respondió: “Nada; sin embargo, debe dejarme ir.”
23
Dios también le levantó
otro
adversario
a Salomón
, a Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su señor Hadad Ezer, rey de Soba;
24
y había reunido consigo hombres y se había hecho jefe de una banda de merodeadores, después que David mató a los de Soba; y fueron a Damasco y permanecieron allí, y reinaron en Damasco.
25
Rezón fue adversario de Israel durante todos los días de Salomón, además de la maldad
hecha
por Hadad; y aborreció a Israel y reinó sobre Aram.
26
Entonces Jeroboam, hijo de Nabat, un Efrateo de Sereda, cuya madre, una mujer viuda, se llamaba Zerúa, era siervo de Salomón y se rebeló contra el rey.
27
Y ésta fue la causa por la cual se rebeló contra el rey: Salomón había edificado el Milo (la fortaleza)
y
cerrado la brecha de la ciudad de su padre David.
28
Este Jeroboam era guerrero valiente, y cuando Salomón vio que el joven era industrioso, lo puso al frente de todo el trabajo forzado de la casa de José.
29
Y en aquel tiempo, cuando Jeroboam salía de Jerusalén, el profeta Ahías el Silonita lo encontró en el camino. Ahías se había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo.
30
Entonces Ahías tomó el manto nuevo que
llevaba
sobre sí, lo rasgó en doce pedazos,
31
y le dijo a Jeroboam: “Toma para ti diez pedazos; porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ‘Voy a arrancar el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus
32
(pero él tendrá una tribu, por amor a Mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel),
33
porque Me han abandonado, y han adorado a Astoret, diosa de los Sidonios, a Quemos, dios de los Moabitas, y a Milcom, dios de los Amonitas, y no han andado en Mis caminos, para hacer lo recto delante de Mis ojos y
guardar
Mis estatutos y Mis ordenanzas, como
lo hizo
su padre David.
34
Sin embargo, no quitaré todo el reino de su mano, sino que lo haré príncipe todos los días de su vida, por amor a Mi siervo David a quien escogí, el cual guardó Mis mandamientos y Mis estatutos;
35
pero quitaré el reino de mano de su hijo y te lo daré a ti,
es decir
, las diez tribus.
36
Y a su hijo le daré una tribu, para que Mi siervo David tenga siempre una lámpara delante de Mí en Jerusalén, la ciudad que Yo he escogido para poner allí Mi nombre.
37
Y a ti te tomaré, y reinarás sobre todo lo que desees, y serás rey sobre Israel.
38
Y sucederá, que si escuchas todo lo que te ordeno y andas en Mis caminos, y haces lo recto delante de Mis ojos, guardando Mis estatutos y Mis mandamientos, como lo hizo David Mi siervo, entonces estaré contigo y te edificaré una casa perdurable como la que edifiqué a David, y Yo te entregaré Israel,
39
y afligiré la descendencia de David por esto, pero no para siempre.’”
40
Salomón procuró dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac, rey de Egipto, y estuvo allí hasta la muerte de Salomón.
41
Los demás hechos de Salomón, todo lo que hizo y su sabiduría, ¿no están escritos en el libro de los hechos de Salomón?
42
El tiempo que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel
fue de
cuarenta años.
43
Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y su hijo Roboam reinó en su lugar.
Nueva Versión Internacional
1
Ahora bien, además de casarse con la hija del faraón, el rey Salomón tuvo amoríos con muchas mujeres moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas, todas ellas mujeres extranjeras
2
que procedían de naciones de las cuales el SEÑOR había dicho a los israelitas: «No se unan a ellas, ni ellas a ustedes, porque de seguro les desviarán el corazón para que sigan a otros dioses». Con tales mujeres se unió Salomón y tuvo amoríos.
3
Tuvo setecientas esposas que eran princesas, y trescientas concubinas; todas estas mujeres hicieron que se pervirtiera su corazón.
4
En efecto, cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres le pervirtieron el corazón de modo que él siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al SEÑOR su Dios como lo había sido su padre David.
5
Por el contrario, Salomón siguió a Astarté, diosa de los sidonios, y a Moloc, el detestable dios de los amonitas.
6
Así que Salomón hizo lo que ofende al SEÑOR y no permaneció fiel a él como su padre David.
7
Fue en esa época cuando, en una montaña al este de Jerusalén, Salomón edificó un altar pagano para Quemós, el detestable dios de Moab, y otro para Moloc, el despreciable dios de los amonitas.
8
Lo mismo hizo en favor de sus mujeres extranjeras, para que estas pudieran quemar incienso y ofrecer sacrificios a sus dioses.
9
Entonces el SEÑOR, Dios de Israel, se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado de él, a pesar de que en dos ocasiones se le había aparecido
10
y le había prohibido que siguiera a otros dioses. Como Salomón no había cumplido esa orden,
11
el SEÑOR le dijo: «Ya que procedes de este modo, y no has cumplido con mi pacto ni con los decretos que te he ordenado, puedes estar seguro de que te quitaré el reino y se lo daré a uno de tus siervos.
12
No obstante, por consideración a tu padre David no lo haré mientras tú vivas, sino que lo arrancaré de la mano de tu hijo.
13
Y a este, también por consideración a mi siervo David y a Jerusalén, no le quitaré todo el reino, sino que le dejaré una sola tribu, la cual ya he escogido».
14
Por lo tanto, el SEÑOR hizo que Hadad el edomita, que pertenecía a la familia real de Edom, surgiera como adversario de Salomón.
15
Ahora bien, durante la guerra entre David y los edomitas, Joab, el general del ejército, había ido a enterrar a los muertos de Israel y había aprovechado la ocasión para matar a todos los hombres de Edom.
16
Joab y los israelitas que estaban con él se quedaron allí seis meses, hasta que exterminaron a todos los varones edomitas.
17
Pero Hadad, que entonces era apenas un muchacho, huyó a Egipto con algunos oficiales edomitas que habían estado al servicio de su padre.
18
Partieron de Madián y llegaron a Parán, donde se les unieron unos hombres de ese lugar. De allí siguieron hacia Egipto y se presentaron ante el faraón, rey del país, quien le regaló a Hadad una casa y se encargó de darle sustento y tierras.
19
Hadad agradó tanto al faraón, que este le dio por esposa a su cuñada, una hermana de la reina Tapenés.
20
La hermana de Tapenés dio a luz un hijo, al que llamó Guenubat, y Tapenés lo educó en el palacio real. De modo que Guenubat creció junto con los hijos del faraón.
21
Mientras Hadad estaba en Egipto, se enteró de que ya habían muerto David y Joab, general del ejército. Entonces Hadad le dijo al faraón: ?Déjeme usted regresar a mi país.
22
?¿Y por qué quieres regresar a tu país? —le preguntó el faraón—. ¿Acaso te falta algo aquí? ?No —respondió Hadad—, ¡pero de todos modos déjeme ir!
23
Dios también incitó a Rezón hijo de Eliadá para que fuera adversario de Salomón. Rezón, que había huido de su amo Hadad Ezer, rey de Sobá,
24
formó una banda de rebeldes y se convirtió en su jefe. Cuando David destruyó a los sirios, los rebeldes fueron a Damasco y allí establecieron su gobierno.
25
Así fue como Rezón llegó a ser rey de Siria. Mientras vivió Salomón, Rezón aborreció a Israel y fue su adversario, de modo que agravó el daño causado por Hadad.
26
También se rebeló contra el rey Salomón uno de sus funcionarios, llamado Jeroboán hijo de Nabat. Este Jeroboán era efrateo, oriundo de Seredá; su madre se llamaba Zerúa, y era viuda.
27
La rebelión de Jeroboán tuvo lugar cuando Salomón estaba construyendo los terraplenes para cerrar la brecha en el muro de la Ciudad de David, su padre.
28
Jeroboán se había ganado el respeto de todos, de modo que cuando Salomón vio su buen desempeño lo puso a supervisar todo el trabajo forzado que se realizaba entre los descendientes de José.
29
Un día en que Jeroboán salía de Jerusalén, se encontró en el camino con el profeta Ahías de Siló, quien llevaba puesto un manto nuevo. Los dos estaban solos en el campo.
30
Entonces Ahías tomó el manto nuevo que llevaba puesto y, rasgándolo en doce pedazos,
31
le dijo a Jeroboán: «Toma diez pedazos para ti, porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Ahora voy a arrancarle de la mano a Salomón el reino, y a ti te voy a dar diez tribus.
32
A él le dejaré una sola tribu, y esto por consideración a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que he escogido entre todas las tribus de Israel.
33
Voy a hacerlo así porque él me ha abandonado y adora a Astarté, diosa de los sidonios, a Quemós, dios de los moabitas, y a Moloc, dios de los amonitas. Salomón no ha seguido mis caminos; no ha hecho lo que me agrada, ni ha cumplido mis decretos y leyes como lo hizo David, su padre.
34
»”Sin embargo, no le quitaré todo el reino a Salomón, sino que lo dejaré gobernar todos los días de su vida, por consideración a David mi siervo, a quien escogí y quien cumplió mis mandamientos y decretos.
35
Le quitaré el reino a su hijo, y te daré a ti diez tribus.
36
Pero a su hijo le dejaré una sola tribu, para que en Jerusalén, la ciudad donde decidí habitar, la lámpara de mi siervo David se mantenga siempre encendida delante de mí.
37
En lo que a ti atañe, yo te haré rey de Israel, y extenderás tu reino a tu gusto.
38
Si haces todo lo que te ordeno, y sigues mis caminos, haciendo lo que me agrada y cumpliendo mis decretos y mandamientos, como lo hizo David mi siervo, estaré contigo. Estableceré para ti una dinastía tan firme como la que establecí para David; y te daré Israel.
39
Así que haré sufrir a la descendencia de David, aunque no para siempre”».
40
Salomón, por su parte, intentó matar a Jeroboán, pero este huyó a Egipto y se quedó allí, bajo la protección del rey Sisac, hasta la muerte de Salomón.
41
Los demás acontecimientos del reinado de Salomón, y su sabiduría y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de Salomón,
42
quien durante cuarenta años reinó en Jerusalén sobre todo Israel.
43
Cuando murió, fue sepultado en la Ciudad de David, su padre, y su hijo Roboán lo sucedió en el trono.
Reina-Valera 1960
1
Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;
2
gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.
3
Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.
4
Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.
5
Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
6
E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.
7
Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.
8
Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
9
Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,
10
y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová.
11
Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo.
12
Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.
13
Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido.
14
Y Jehová suscitó un adversario a Salomón: Hadad edomita, de sangre real, el cual estaba en Edom.
15
Porque cuando David estaba en Edom, y subió Joab el general del ejército a enterrar los muertos, y mató a todos los varones de Edom
16
(porque seis meses habitó allí Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado con todo el sexo masculino en Edom),
17
Hadad huyó, y con él algunos varones edomitas de los siervos de su padre, y se fue a Egipto; era entonces Hadad muchacho pequeño.
18
Y se levantaron de Madián, y vinieron a Parán; y tomando consigo hombres de Parán, vinieron a Egipto, a Faraón rey de Egipto, el cual les dio casa y les señaló alimentos, y aun les dio tierra.
19
Y halló Hadad gran favor delante de Faraón, el cual le dio por mujer la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.
20
Y la hermana de Tahpenes le dio a luz su hijo Genubat, al cual destetó Tahpenes en casa de Faraón; y estaba Genubat en casa de Faraón entre los hijos de Faraón.
21
Y oyendo Hadad en Egipto que David había dormido con sus padres, y que era muerto Joab general del ejército, Hadad dijo a Faraón: Déjame ir a mi tierra.
22
Faraón le respondió: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? Él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.
23
Dios también levantó por adversario contra Salomón a Rezón hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba.
24
Y había juntado gente contra él, y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo a los de Soba. Después fueron a Damasco y habitaron allí, y le hicieron rey en Damasco.
25
Y fue adversario de Israel todos los días de Salomón; y fue otro mal con el de Hadad, porque aborreció a Israel, y reinó sobre Siria.
26
También Jeroboam hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salomón, cuya madre se llamaba Zerúa, la cual era viuda, alzó su mano contra el rey.
27
La causa por la cual éste alzó su mano contra el rey fue ésta: Salomón, edificando a Milo, cerró el portillo de la ciudad de David su padre.
28
Y este varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.
29
Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y éste estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.
30
Y tomando Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos,
31
y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus;
32
y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel;
33
por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.
34
Pero no quitaré nada del reino de sus manos, sino que lo retendré por rey todos los días de su vida, por amor a David mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis estatutos.
35
Pero quitaré el reino de la mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus.
36
Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.
37
Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel.
38
Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.
39
Y yo afligiré a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre.
40
Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.
41
Los demás hechos de Salomón, y todo lo que hizo, y su sabiduría, ¿no está escrito en el libro de los hechos de Salomón?
42
Los días que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fueron cuarenta años.
43
Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y reinó en su lugar Roboam su hijo.
Biblia del Jubileo
1
Pero el rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras junto con la hija de Faraón; a las de Moab, a las de Amón, a las de Idumea, a las de Sidón, y a las heteas;
2
de los gentiles de las cuales el SEÑOR había dicho a los hijos de Israel: No entraréis a ellas, ni ellas entrarán a vosotros;
porque
ciertamente ellas harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas pues se juntó Salomón con amor.
3
Y tuvo setecientas mujeres reinas, y trescientas concubinas; y sus mujeres hicieron inclinar su corazón.
4
Y ya que Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos; y su corazón no era perfecto con el SEÑOR su Dios, como el corazón de su padre David.
5
Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, abominación de los amonitas.
6
E hizo Salomón lo malo en los ojos del SEÑOR, y no fue cumplidamente tras el SEÑOR como David su padre.
7
Entonces edificó Salomón un alto a Quemos, abominación de Moab, en el monte que
está
enfrente de Jerusalén; y a Moloc, abominación de los hijos de Amón.
8
Y así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban perfumes, y sacrificaban a sus dioses.
9
Y se enojó el SEÑOR contra Salomón, por cuanto estaba su corazón desviado del SEÑOR Dios de Israel, que
se
le había aparecido dos veces,
10
y le había mandado acerca de esto, que no siguiese dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó el SEÑOR.
11
Y dijo el SEÑOR a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé el reino de ti, y lo entregaré a tu siervo.
12
Pero no lo haré en tus días, por amor de David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.
13
Sin embargo no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalén que
yo
he elegido.
14
Y el SEÑOR suscitó un adversario a Salomón, a Adad, idumeo, de la sangre real, el cual
estaba
en Edom.
15
Porque cuando David estaba en Edom, y subió Joab el general del ejército a enterrar los muertos, y mató a todos los varones de Edom
16
(porque seis meses habitó allí Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado a todo el sexo masculino en Edom);
17
entonces huyó Adad, y con él algunos varones idumeos de los siervos de su padre, y se fue a Egipto; era
entonces
Adad muchacho pequeño.
18
Y se levantaron de Madián, y vinieron a Parán; y tomando consigo varones de Parán, vinieron a Egipto, a Faraón rey de Egipto, el cual le dio casa, y le mandó dar alimentos, y también le dio tierra.
19
Y halló Adad grande gracia delante de Faraón, el cual le dio por mujer a la hermana de su esposa, a la hermana de la reina Tahpenes.
20
Y la hermana de Tahpenes le dio a luz a su hijo Genubat, al cual destetó Tahpenes dentro de la casa de Faraón; y estaba Genubat en casa de Faraón entre los hijos de Faraón.
21
Y oyendo Adad en Egipto que David había dormido con sus padres, y que era muerto Joab general del ejército, Adad dijo a Faraón: Déjame ir a mi tierra.
22
Y le respondió Faraón: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.
23
Le despertó también Dios por adversario a Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba.
24
Y había juntado gente contra él, y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo
a
los
de Soba
.
Después
se fueron a Damasco, y habitaron allí y le hicieron rey en Damasco.
25
Y fue adversario a Israel todos los días de Salomón; y fue otro mal con el de Adad, porque aborreció a Israel, y reinó sobre Siria.
26
Asimismo Jeroboam hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salomón (su madre se llamaba Zerúa, mujer viuda), alzó su mano contra el rey.
27
Y la causa porque éste alzó mano contra el rey,
fue
ésta: Salomón edificando a Milo, cerró el portillo de la ciudad de David su padre.
28
Y el varón Jeroboam
era
valiente
y
esforzado; y viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.
29
Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita; y él
estaba
cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.
30
Y trabando Ahías de la capa nueva que
tenía
sobre sí, la rompió en doce pedazos,
31
y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo el SEÑOR Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti daré diez tribus;
32
y él tendrá una tribu, por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalén, ciudad que
yo
he elegido de todas las tribus de Israel;
33
por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, y a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos, para hacer lo
que es
recto delante de mis ojos, y mis estatutos, y mis derechos, como hizo David su padre.
34
Pero no quitaré nada de su reino de sus manos, sino que lo pondré por capitán todos los días de su vida, por amor de David mi siervo, al cual
yo
elegí, y él guardó mis mandamientos y mis estatutos.
35
Mas
yo
quitaré el reino de la mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus;
36
y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mi faz en Jerusalén, ciudad que
yo
me elegí para poner en ella mi nombre.
37
Yo
pues te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel.
38
Y será
que
, si prestares oído
a
todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo
que es
recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo seré contigo, y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.
39
Y
yo
afligiré la simiente de David a causa de esto, mas no para siempre.
40
Procuró por tanto Salomón matar a Jeroboam, pero se levantó Jeroboam
y
huyó a Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.
41
Lo demás de los hechos de Salomón, y todas las cosas que hizo, y su sabiduría, ¿no están escritas en el libro de los hechos de Salomón?
42
Y los días que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel,
fueron
cuarenta años.
43
Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y reinó en su lugar Roboam su hijo.
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