¿Qué significa Proverbios 8:31?
La sabiduría, es algo que Dios poseía incluso antes de la creación del mundo (Proverbios 8:22–30), continúa hablando aquí como parte de la metáfora que Salomón comenzó en el versículo 1 (Proverbios 8:1–4).Génesis 1 nos describe la obra de la creación de Dios, incluida la creación de los primeros seres humanos, y después de crear todo, "vio Dios todo lo que había hecho, y todo ello era bueno en gran manera" (Génesis 1:31). Desafortunadamente, el pecado entró en la humanidad cuando Eva cayó presa de la tentación del Diablo, y finalmente Adán también acabó tropezando con el pecado. El pecado alejó a los seres humanos de Dios, y los seres humanos pronto comenzaron a deteriorarse hasta el punto de que "el Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que todos los planes y pensamientos de su corazón eran siempre los de hacer sólo el mal" (Génesis 6:5).
A pesar del pecado que hoy forma parte de todos los seres humanos, Dios nos ama y nos demostró Su amor al ofrecernos Su Hijo en la cruz para que se convirtiera tanto en nuestro redentor como en el máximo y único representante de nuestra reconciliación con Dios (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:19).
Proverbios 8:22–31 le rinde homenaje a la sabiduría, la cual ha existido desde antes de la creación. En este capítulo, Salomón ha personificado la sabiduría como si fuera una mujer de una manera poética. Dado que la sabiduría en cuestión se refiere específicamente a la verdad piadosa, la cual está arraigada en el conocimiento y la naturaleza de Dios, esa sabiduría es anterior a la creación del mundo y todo lo que hay en él. Al igual que la bondad y la justicia de Dios, Su sabiduría siempre ha formado parte de quién es Él y de la manera en que lo creó todo.
En este pasaje, la sabiduría viene representada como si fuera mujer que está gritando para que el mundo la escuche (Proverbios 1:20–21). La sabiduría exalta su propia verdad y valor frente al mundo. La sabi-duría formaba parte del poder creativo de Dios mucho antes de la creación del universo. Este capítulo nuevamente vuelve hablarnos de los muchos beneficios que se desprenden de la sabiduría divina, un tema que se extiende hasta el comienzo del próximo capítulo.