¿Qué significa Proverbios 16:11?
El Señor es justo en todos Sus caminos (Salmo 119:137). Dios quiere que todas las transacciones comerciales se lleven a cabo con justicia y honestidad (Proverbios 11:1). Hacer trampa manipulando el peso de las balanzas hace que Dios se ofenda, y además transgrede el mandamiento: "no robarás" (Éxodo 20:15). Además, hacer esto también mostraría que no estamos amando a nuestro prójimo (Juan 13:34–35; 1 Juan 4:7–12). En realidad, los pesos y las balanzas están conectados en gran medida con las transacciones comerciales y el dinero. Simbólicamente, la balanza también representa a los juicios que se imparten con justicia e imparcialidad.Los pesos y las balanzas a menudo están reguladas por el gobierno. Este proverbio nos recuerda que esas cosas son parte de las expectativas que Dios ha establecido en cuanto a cómo deben mostrarse tanto la honestidad como el liderazgo en todo lo que hacemos (Proverbios 16:10). Por tanto, manipular pesos y balanzas, y engañar a alguien de esa manera, no solo ofende al rey, sino también al Señor. Las leyes modernas que se aplican en casos de fraude reflejan esos mismos principios morales. Sin embargo, el problema persiste. Debemos honrar al Señor a través de todos los negocios que hagamos siendo justos y honestos. El Señor que todo lo ve (Hebreos 4:13) mira el corazón, y revela los motivos ocultos que otros podrían estar pasándose por alto (1 Samuel 16:7).
Proverbios 16:10–15 continúa compartiendo una serie de proverbios de Salomón. Este grupo de proverbios habla de los "reyes" a menudo; y esos mismos principios también se les pueden aplicar a otros líderes o autoridades gubernamentales. En este pasaje se nos describen ideales con respecto a cómo se debería liderar a un pueblo y se analiza la relación que existe entre los gobernantes y sus súbditos.
En esta sección del libro de Proverbios, Salomón habla sobre los motivos del corazón, el dominio propio y el sentido común. Muchos de estos proverbios están organizados en un estilo de dos partes. La primera y la segunda parte de estas declaraciones dicen lo mismo, pero desde perspectivas opuestas. Los versículos más destacables son los versículos 9 y 33, en los cuales se nos habla de la sobe-ranía de Dios, y el versículo 18, en el que se nos hace una famosa advertencia en contra de la arrogancia. De hecho, también se cita con frecuencia el versículo 25, en el que se repite el mensaje que se nos dio en Proverbios 14:12 y no anima a que seamos personas reflexivas y pacientes.