¿Qué significa Proverbios 12:21?
Cada pasaje de la Biblia encaja en un género o estilo literario específico. El libro de Proverbios contiene declaraciones que son exactamente eso: "proverbios", declaraciones de sabiduría que provienen del sentido común que se supone que la mayoría de las personas poseemos. Los proverbios deben entenderse en términos generales, ya que a veces no se pueden aplicar específicamente a todas las situaciones que experimentamos en nuestras vidas. Las Escrituras dicen claramente que las personas malvadas a veces tienen éxito (Salmo 73:2–3) y que a veces las personas buenas también sufren (Salmo 22: 1; Habacuc 1:2–4). El libro de Proverbios también dice que, sin embargo, los "justos" que honran a Dios se arriesgan mucho menos a sufrir las consecuencias del pecado simplemente porque se exponen mucho menos a ellos (Proverbios 6:27–28; 11:8).En realidad, todo el mundo sabe que las personas más piadosas del mundo también sufren como el resto de las personas: experimentan enfermedades, la pérdida de propiedades y la pérdida de sus seres queridos. A veces, un tornado podría destrozar sus hogares, o perder mucho dinero hasta el punto de quedarse totalmente desamparados. Sin embargo, no se enfrentan a esas calamidades solos. El Señor siempre está con ellos a través de cada prueba, brindándoles gracia, fortaleza y esperanza. Job experimentó numerosas pruebas (Job 1:12; 2:6–7), pero tenía esperanza en la resurrección y de ver al Señor un día (Job 19:25). Al final, las pruebas se terminaron y el Señor bendijo a Job y le dio el doble de todo lo que había perdido (Job 42:10). Los impíos carecen de la presencia consoladora del Señor cuando se enfrentan a las pruebas, y también carecen de la esperanza que la eternidad les brinda a las personas que creen en Dios (Proverbios 11:7).
En Proverbios 12:12–23, Salomón continúa haciendo un contraste entre las personas que son justas y sabias y las personas que son unos necios y unos malvados. En este pasaje, se centra en describirnos la manera en la que hablan. Salomón dice que las palabras de un mentiroso son una abominación para el Señor, mientras que el Señor se deleita con las palabras de una persona sabia.
Proverbios 12 nos compara la vida de las personas que honran a Dios y de las que no lo hacen, y nos describe el contraste tan fuerte que existe las dos. En este pasaje también se comparan las consecuencias de sus pecados. Estos te-mas ya se han mencionado en el Proverbios: la naturaleza autodestructiva del pecado y el disgusto que Dios sienten por las personas que mienten a los demás.