¿Qué significa 2 Corintios 5:9?
Pablo ha escrito con honestidad y transparencia que preferiría estar en casa con el Señor en la eternidad que continuar viviendo a través del sufrimiento y el dolor de esta vida (2 Corintios 5:8). Sin embargo, eso no quiere decir que quizás quisiera suicidarse. Pablo no quería morirse ni quería acabar con su vida, sino que simplemente creía en el evangelio y sabía que su vida celestial sería muchísimo mejor que esta vida en su cuerpo temporal en este lado de la eternidad. Sin embargo, seguía teniendo ganas de cumplir con la misión que Dios le había encomendado.Ahora, Pablo enfatiza que su objetivo principal era agradar a Cristo. Ya fuera aquí en la difícil vida terrenal, o estando en casa con Cristo viviendo en la gloriosa eternidad, quería agradar a Cristo. Por lo tanto, la manera en que vivía, lo que decía y lo que hacía tenía el objetivo de agradar a Cristo en todo momento. Ese era el propósito final de Pablo.
2 Corintios 5:1–10 continúa la enseñanza que Pablo estaba compartiendo en el capítulo anterior. La gloria de la eternidad con Cristo es mucho más importante que cualquier sufrimiento que experimentemos en nuestros cuerpos temporales en esta vida. Pablo anhelaba ocupar su cuerpo eterno, el cual se describe como una casa permanente que Dios mismo ha construido. Sabiendo que ese cuerpo se estaba avecinando, Pablo tuvo el coraje de arriesgarse a sufrir aún más para así continuar la misión de predicar el evangelio. Su única meta en esta vida era agradar a Cristo. Él sabía que todo cristiano y cristiana tendrá que enfrentarse al juicio de Cristo, no para decidir su destino eterno, sino para recibir lo que le corresponde por sus obras mientras vivían en sus cuerpos temporales.
¿Por qué soportaba Pablo tanto sufrimiento por predicar el evangelio de Cristo? Pablo sigue hablando aquí sobre la eternidad, y compara nuestros cuerpos terrenales con tiendas de campaña. Pablo deseaba vivir en el cuerpo eterno que Dios les ha preparado a las personas que confían en Cristo, un cuerpo en el que nunca más tendrán que sufrir. Teniendo eso en cuenta, Pablo predicaba con valentía que todas las personas en Cristo se convierten en nuevas personas. En Cristo, Dios está reconciliando a las personas consigo mismo sin tener en cuenta sus pecados. Por eso, Pablo les imploraba continuamente a todas las personas para que se reconciliaran con Dios de esta manera a través de la fe en Cristo.