¿Qué significa 2 Corintios 4:15?
Pablo vuelve a recordarles a los cristianos de Corinto una de sus principales motivaciones para seguir soportando tanto sufrimiento: hacer que la luz de Cristo brillara en la vida tantas personas como fuera posible. En resumen, lo hacía por su bien y, presumiblemente, por el bien otras personas que eran como ellosAlgunos miembros de la iglesia de Corinto parecieron haber considerado el sufrimiento de Pablo como evidencia de que él no era un apóstol real después de todo. ¿No debería Dios evitar que un servidor de confianza de la talla de Pablo experimentara tanto dolor? La respuesta que Pablo les ofreció fue que Dios no evita el sufrimiento de sus siervos, sino que Dios los ayuda a través de su sufrimiento. Además, un día, Dios resucitará de entre los muertos a los que sufren por la causa de Cristo. A pesar de lo que mucha gente piensa, el hecho de serles fieles a Dios no quiere decir que no sufriremos en esta vida.
Ahora, Pablo dice que lo que estaba haciendo por los corintios valía la pena, en parte, porque mientras más personas creyeran en Jesús, más personas recibirían la gracia de Dios. Cuantas más personas recibieran la gracia de Dios, más personas le darían las gracias a Dios y lo glorificarían. Pablo estaba dispuesto a soportar cualquier cosa para lograrlo, y Dios lo estaba sustentando a través de ese sufrimiento en todo momento.
2 Corintios 4:7–18 explica que el tesoro de conocer la gloria de Dios a través de la fe en Cristo se guarda vasos que son frágiles por naturaleza: los seres humanos. Pablo y sus colaboradores eran parte de esos vasos, y se dedicaban continuamente a predicar el evangelio. Todos ellos habían sufrido enormemente, pero Dios evitó que los lastimaran. De hecho, no se dieron por vencidos porque incluso después de morir, sabían que resucitarían, tal y como lo hizo Cristo, para pasar la eternidad junto a Él en una gloria que superará con creces el sufrimiento momentáneo que experimentamos en esta vida.
Pablo insiste en que él y sus colaboradores en Cristo siempre actuaron con integridad, aunque sabía que Satanás cegó a algunas personas para que no creyeran en su mensaje acerca de Jesús. Debido a eso, no podían conocer a Cristo, quien en realidad es Dios. Esa verdad era un tesoro de un valor incalculable que estaba almacenado en personas frágiles como Pablo y sus colaboradores del ministerio. En realidad, no importa lo difícil que pudiera llegar a ser su sufrimiento en este trabajo, Pablo se negó a rendirse porque confiaba en que un día resucitaría después de su muerte y entonces todo el dolor que experimentara en este lado de la eternidad no se podría comparar con la gloria que experimentaría junto a Dios.