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Verso

Job capitulo 41

La Biblia de las Américas

12No dejaré de hablar de sus miembros, ni de su gran poder, ni de su agraciada figura. 13¿Quién lo desnudará de su armadura exterior ? ¿Quién penetrará su doble malla ? 14¿Quién abrirá las puertas de sus fauces ? Alrededor de sus dientes hay terror. 15Sus fuertes escamas son su orgullo, cerradas como con apretado sello. 16La una está tan cerca de la otra que el aire no puede penetrar entre ellas. 17Unidas están una a la otra; se traban entre sí y no pueden separarse. 18Sus estornudos dan destellos de luz, y sus ojos son como los párpados del alba. 19De su boca salen antorchas, chispas de fuego saltan. 20De sus narices sale humo, como de una olla que hierve sobre juncos encendidos. 21Su aliento enciende carbones, y una llama sale de su boca. 22En su cuello reside el poder, y salta el desaliento delante de él. 23Unidos están los pliegues de su carne, firmes están en él e inamovibles. 24Su corazón es duro como piedra, duro como piedra de molino. 25Cuando él se levanta, los poderosos tiemblan; a causa del estruendo quedan confundidos. 26La espada que lo alcance no puede prevalecer, ni la lanza, el dardo, o la jabalina. 27Estima el hierro como paja, el bronce como madera carcomida. 28No lo hace huir la flecha ; en hojarasca se convierten para él las piedras de la honda. 29Como hojarasca son estimadas las mazas; se ríe del blandir de la jabalina. 30Por debajo tiene como tiestos puntiagudos; se extiende como trillo sobre el lodo. 31Hace hervir las profundidades como olla; hace el mar como redoma de ungüento. 32Detrás de sí hace brillar una estela; se diría que el abismo es canoso. 33Nada en la tierra es semejante a él, que fue hecho sin temor. 34Desafía a todo ser altivo; él es rey sobre todos los hijos de orgullo.
Nueva Biblia de las Américas

12No dejaré de hablar de sus miembros, Ni de su gran poder, ni de su agraciada figura. 13¿Quién lo desnudará de su armadura exterior? ¿Quién penetrará su doble malla? 14¿Quién abrirá las puertas de sus fauces? Alrededor de sus dientes hay terror. 15Sus fuertes escamas son su orgullo, Cerradas como con apretado sello. 16La una está tan cerca de la otra Que el aire no puede penetrar entre ellas. 17Unidas están una a la otra; Se traban entre sí y no pueden separarse. 18Sus estornudos dan destellos de luz, Y sus ojos son como los párpados del alba. 19De su boca salen antorchas, Chispas de fuego saltan. 20De sus narices sale humo, Como de una olla que hierve sobre juncos encendidos. 21Su aliento enciende carbones, Y una llama sale de su boca. 22En su cuello reside el poder, Y salta el desaliento delante de él. 23Unidos están los pliegues de su carne, Firmes están en él e inconmovibles. 24Su corazón es duro como piedra, Duro como piedra de molino. 25Cuando él se levanta, los poderosos tiemblan; A causa del estruendo quedan confundidos. 26La espada que lo alcance no puede prevalecer, Ni la lanza, el dardo, o la jabalina. 27Estima el hierro como paja, El bronce como madera carcomida. 28No lo hace huir la flecha; En hojarasca se convierten para él las piedras de la honda. 29Como hojarasca son estimados los mazos; Se ríe del blandir de la jabalina. 30Por debajo tiene como tiestos puntiagudos; Se extiende como trillo sobre el lodo. 31Hace hervir las profundidades como olla; Hace el mar como un recipiente de ungüento. 32Detrás de sí hace brillar una estela; Se diría que el abismo es blanca cabellera. 33Nada en la tierra es semejante a él, Que fue hecho sin temer a nada. 34Desafía a todo ser altivo; él es rey sobre todos los orgullosos.”
Nueva Versión Internacional

12»No puedo dejar de mencionar sus extremidades, su fuerza y su elegante apariencia. 13¿Quién puede despojarlo de su coraza? ¿Quién puede acercarse a él y ponerle un freno? 14¿Quién se atreve a abrir el abismo de sus fauces, coronadas de terribles colmillos? 15Tiene el lomo recubierto de hileras de escudos, todos ellos unidos en cerrado tejido; 16tan juntos están uno al otro que no dejan pasar ni el aire; 17tan prendidos están uno del otro, tan unidos entre sí, que no pueden separarse. 18Resopla y lanza deslumbrantes relámpagos; sus ojos se parecen a los rayos de la aurora. 19Ascuas de fuego brotan de su hocico; chispas de lumbre salen disparadas. 20Lanza humo por la nariz, como olla hirviendo sobre un fuego de juncos. 21Con su aliento enciende los carbones, y lanza fuego por la boca. 22En su cuello radica su fuerza; ante él, todo el mundo pierde el ánimo. 23Los pliegues de su piel son un tejido apretado; firmes son, e inconmovibles. 24Duro es su pecho, como una roca; sólido, cual piedra de molino. 25Cuando se yergue, los poderosos tiemblan; cuando se sacude, emprenden la huida. 26La espada, aunque lo alcance, no lo hiere, ni lo hieren tampoco los dardos, ni las lanzas y las jabalinas. 27Al hierro lo trata como a paja, y al bronce como a madera podrida. 28No lo hacen huir las flechas; ve como paja las piedras de las hondas. 29Los golpes del mazo apenas le hacen cosquillas; se burla del silbido de la lanza. 30Sus costados son dentados tiestos que en el fango van dejando huellas de rastrillos. 31Hace hervir las profundidades como un caldero; agita los mares como un frasco de ungüento. 32Una estela brillante va dejando tras de sí, cual si fuera la blanca cabellera del abismo. 33Es un monstruo que a nada teme; nada hay en el mundo que se le parezca. 34Mira con desdén a todos los poderosos; ¡él es rey de todos los soberbios!»
Reina-Valera 1960

12No guardaré silencio sobre sus miembros, Ni sobre sus fuerzas y la gracia de su disposición. 13¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se acercará a él con su freno doble? 14¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Las hileras de sus dientes espantan. 15La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente. 16El uno se junta con el otro, Que viento no entra entre ellos. 17Pegado está el uno con el otro; Están trabados entre sí, que no se pueden apartar. 18Con sus estornudos enciende lumbre, Y sus ojos son como los párpados del alba. 19De su boca salen hachones de fuego; Centellas de fuego proceden. 20De sus narices sale humo, Como de una olla o caldero que hierve. 21Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama. 22En su cerviz está la fuerza, Y delante de él se esparce el desaliento. 23Las partes más flojas de su carne están endurecidas; Están en él firmes, y no se mueven. 24Su corazón es firme como una piedra, Y fuerte como la muela de abajo. 25De su grandeza tienen temor los fuertes, Y a causa de su desfallecimiento hacen por purificarse. 26Cuando alguno lo alcanzare, Ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará. 27Estima como paja el hierro, Y el bronce como leño podrido. 28Saeta no le hace huir; Las piedras de honda le son como paja. 29Tiene toda arma por hojarasca, Y del blandir de la jabalina se burla. 30Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudez en el suelo. 31Hace hervir como una olla el mar profundo, Y lo vuelve como una olla de ungüento. 32En pos de sí hace resplandecer la senda, Que parece que el abismo es cano. 33No hay sobre la tierra quien se le parezca; Animal hecho exento de temor. 34Menosprecia toda cosa alta; Es rey sobre todos los soberbios.
Biblia del Jubileo

1¿Sacarás tú al leviatán con el anzuelo, o con la cuerda que le echares en su lengua? 2¿Pondrás tú garfio en sus narices, y horadarás con espinas su quijada? 3¿Por ventura multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas? 4¿Por ventura hará concierto contigo para que lo tomes por siervo perpetuo? 5¿Jugarás por ventura con él como con pájaro, y lo atarás para tus niñas? 6¿Por ventura harán banquete por causa de los compañeros? ¿Lo partirán entre los mercaderes? 7¿Cortarás tú con cuchillo su cuero, o con asta de pescadores su cabeza? 8Pon tu mano sobre él; te acordarás de la batalla, y nunca más tornarás. 9He aquí que tu esperanza acerca de él será burlada; porque aun a su sola vista se desmayarán. 10Nadie hay tan osado que lo despierte; ¿quién pues podrá estar delante de mí? 11¿Quién me ha anticipado, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío. 12Yo no callaré sus miembros, ni lo de sus fuerzas y la gracia de su disposición. 13¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se llegará a él con freno doble? 14¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Los órdenes de sus dientes espantan. 15La gloria de su vestido son escudos fuertes, cerrados entre sí estrechamente. 16El uno se junta con el otro, que viento no entra entre ellos. 17Pegado está el uno con el otro, están trabados entre sí, que no se pueden apartar. 18Con sus estornudos encienden lumbre, y sus ojos son como los párpados del alba. 19De su boca salen hachas de fuego, centellas de fuego proceden. 20De sus narices sale humo como de una olla o caldero que hierve. 21Su aliento enciende los carbones, y de su boca sale llama. 22En su cerviz mora la fortaleza, y delante de él es deshecho el trabajo. 23Las partes de su carne están pegadas entre sí; está firme su carne en él, y no se mueve. 24Su corazón es firme como una piedra, y fuerte como la muela de abajo. 25De su grandeza tienen temor los fuertes, y de sus desmayos se purgan. 26Cuando alguno lo alcanzare, ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará contra él. 27El hierro estima por pajas, y el acero por leño podrido. 28Saeta no le hace huir; las piedras de honda se le tornan aristas. 29Tiene toda arma por hojarascas, y del blandir de la pica se burla. 30Por debajo tiene agudas conchas; imprime su agudez en el suelo. 31Hace hervir como una olla el mar profundo, y lo vuelve como una olla de ungüento. 32En pos de sí hace resplandecer la senda, que parece que el mar es cano. 33No hay sobre la tierra su semejante, hecho para nada temer. 34Menosprecia toda cosa alta; es rey sobre todos los soberbios.

¿Qué significa Job capitulo 41?

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