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Capítulo
51
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Jeremías capitulo 51
La Biblia de las Américas
1
Así dice el SEÑOR: He aquí, levanto contra Babilonia y contra los habitantes de Leb Camay el espíritu de un destructor.
2
Y enviaré extranjeros a Babilonia que la aventarán y vaciarán su tierra; porque estarán contra ella por todos lados el día de
su
tribulación.
3
Que no entese el entesador su arco, ni se levante con su coraza ; no perdonéis a sus jóvenes; entregad a la destrucción todo su ejército.
4
Caerán muertos en la tierra de los caldeos, y traspasados en sus calles.
5
Porque no ha sido abandonado Israel ni Judá por su Dios, el SEÑOR de los ejércitos, aunque su tierra está llena de culpa
delante
del Santo de Israel.
6
Huid de en medio de Babilonia, y salve cada uno su vida. No perezcáis por su culpa, pues este es el tiempo de la venganza del SEÑOR ; El le dará su pago.
7
Copa de oro
ha sido
Babilonia en la mano del SEÑOR, que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones ; se enloquecieron, por tanto, las naciones.
8
De repente cae Babilonia y se hace pedazos. Gemid por ella, traed bálsamo para su dolor ; quizá se cure.
9
Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado; dejadla, y vayamos cada cual a su tierra, porque ha llegado al cielo su juicio, se ha elevado hasta las nubes.
10
El SEÑOR ha sacado
a la luz
nuestra justicia ; venid y contemos en Sion la obra del SEÑOR nuestro Dios.
11
Afilad las flechas, llenad las aljabas; el SEÑOR ha despertado el espíritu de los reyes de Media, porque su plan contra Babilonia es destruirla ; porque esta es la venganza del SEÑOR, la venganza de su templo.
12
Levantad bandera contra los muros de Babilonia; reforzad la guardia, apostad centinelas, preparad emboscadas; porque el SEÑOR ha decidido, y también ejecutará lo que habló acerca de los habitantes de Babilonia.
13
Oh, tú, que moras junto a muchas aguas, rica en tesoros, ha llegado tu fin, el término de tu codicia.
14
El SEÑOR de los ejércitos ha jurado por sí mismo : Ciertamente te llenaré de hombres como langostas, y entonarán contra ti gritos de victoria.
15
El es el que hizo la tierra con su poder, el que estableció el mundo con su sabiduría, y con su inteligencia extendió los cielos.
16
Cuando emite su voz, hay tumulto de aguas en los cielos, y hace subir las nubes desde los confines de la tierra. El produce los relámpagos para la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.
17
Toda la humanidad es necia, falta de conocimiento; se avergüenza todo orfebre de sus ídolos, porque sus imágenes fundidas son engaño, y no hay aliento en ellas.
18
Vanidad son, obra ridícula; en el tiempo de su castigo perecerán.
19
No es como estas
cosas
la porción de Jacob; porque El es el Hacedor de todo, y de la tribu de su heredad; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre.
20
El dice
: Eres mi maza,
mi
arma de guerra; contigo destrozaré naciones, contigo destruiré reinos,
21
contigo destrozaré el caballo y a su jinete, contigo destrozaré al carro y al que lo conduce,
22
contigo destrozaré al hombre y a la mujer, contigo destrozaré al viejo y al joven, contigo destrozaré al mancebo y a la virgen,
23
contigo destrozaré al pastor y su rebaño, contigo destrozaré al labrador y su yunta y contigo destrozaré a los gobernadores y a los magistrados.
24
Y pagaré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea todo el mal que han hecho en Sion delante de vuestros ojos — declara el SEÑOR.
25
He aquí, yo estoy contra ti, monte destructor, que destruyes toda la tierra — declara el SEÑOR. Extenderé mi mano contra ti, te haré rodar desde las peñas y te reduciré a monte quemado.
26
Y no tomarán de ti piedra angular, ni piedra para cimientos, pues desolación eterna serás — declara el SEÑOR.
27
Levantad señal en la tierra, tocad trompeta entre las naciones. Reunid las naciones contra ella, convocad contra ella los reinos de Ararat, Mini y Asquenaz ; nombrad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.
28
Reunid a las naciones contra ella, a los reyes de Media, a sus gobernadores, a todos sus magistrados y a toda la tierra de su dominio.
29
La tierra tiembla y se retuerce, porque se cumplen los designios del SEÑOR contra Babilonia de hacer de la tierra de Babilonia una desolación, sin habitantes.
30
Han dejado de luchar los valientes de Babilonia, permanecen en las fortalezas; se han agotado sus fuerzas, se han vuelto
como
mujeres; han sido incendiadas sus moradas, rotos están sus cerrojos.
31
Un correo corre al encuentro de otro y un mensajero al encuentro de otro, para decirle al rey de Babilonia que su ciudad ha sido tomada de un extremo
al otro
;
32
también los vados han sido ocupados, y quemados a fuego los juncos, y los guerreros están aterrados.
33
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: La hija de Babilonia es como una era al tiempo de ser hollada ; dentro de poco, le llegará el tiempo de la siega.
34
Me ha devorado
y
aplastado Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha dejado
como
vaso vacío, me ha tragado como un monstruo, ha llenado su estómago de mis delicias, me ha expulsado.
35
Caiga sobre Babilonia la violencia
hecha
a mí y a mi carne — dirá la moradora de Sion.
Caiga
mi sangre sobre los habitantes de Caldea — dirá Jerusalén.
36
Por tanto, así dice el SEÑOR: He aquí, yo defenderé tu causa, y ejecutaré tu venganza ; secaré su mar y haré que se sequen sus manantiales.
37
Y Babilonia se convertirá en escombros, en guarida de chacales, en objeto de horror y de burla, sin habitantes.
38
A una como leones rugirán, gruñirán como cachorros de león.
39
Cuando entren en calor,
les
serviré su banquete y los embriagaré, para que se diviertan, duerman un sueño eterno y no despierten — declara el SEÑOR.
40
Los haré bajar como corderos al matadero, como carneros y machos cabríos.
41
¡Cómo ha sido tomada Sesac, y arrebatada la gloria de toda la tierra ! ¡Cómo se ha convertido Babilonia en objeto de horror entre las naciones!
42
El mar ha subido sobre Babilonia; con la multitud de sus olas ha sido cubierta.
43
Sus ciudades se han convertido en desolación, en sequedal y yermo; una tierra en la cual nadie habita, y por la cual ningún hijo de hombre pasa.
44
Y castigaré a Bel en Babilonia, sacaré de su boca lo que se ha tragado, y no afluirán más a él las naciones. Aun la muralla de Babilonia caerá.
45
Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salve cada uno su vida del ardor de la ira del SEÑOR.
46
Y que no desmaye vuestro corazón, ni temáis al rumor que se oirá en la tierra ; porque el rumor vendrá un año, y después otro rumor en otro año, y
habrá
violencia en la tierra con gobernante contra gobernante.
47
Por tanto, he aquí, vienen días en que castigaré a los ídolos de Babilonia; será avergonzada toda su tierra, y todos sus muertos caerán en medio de ella.
48
Entonces gritarán de gozo sobre Babilonia el cielo y la tierra y todo lo que en ellos hay, porque del norte vendrán a ella destructores — declara el SEÑOR.
49
Ciertamente caerá Babilonia por los muertos de Israel,
como
también por Babilonia han caído los muertos de toda la tierra.
50
Los que escapasteis de la espada, partid, no os detengáis ; acordaos desde lejos del SEÑOR, y venga Jerusalén a vuestra memoria.
51
Estamos avergonzados porque hemos oído la afrenta; la ignominia ha cubierto nuestros rostros, porque extranjeros han entrado en los santuarios de la casa del SEÑOR.
52
Por tanto, he aquí, vienen días — declara el SEÑOR — en que castigaré a sus ídolos, y por toda su tierra gemirán los heridos de muerte.
53
Aunque Babilonia ascienda a los cielos, y aunque fortifique en lo alto su baluarte, de mi parte llegarán destructores a ella — declara el SEÑOR.
54
¡Clamor de gritos desde Babilonia, y de gran destrucción de la tierra de los caldeos!
55
Porque el SEÑOR destruirá a Babilonia, y hará desaparecer de ella
su
gran bullicio. Bramarán sus olas como muchas aguas ; resonará el estruendo de sus voces.
56
Porque viene contra ella, contra Babilonia, el destructor, sus valientes serán apresados, quebrados están sus arcos ; porque Dios de retribuciones es el SEÑOR, ciertamente dará la paga.
57
Yo embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus gobernantes, a sus magistrados y a sus valientes, y dormirán un sueño eterno y no despertarán — declara el Rey cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos.
58
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: La ancha muralla de Babilonia será totalmente arrasada, y sus altas puertas quemadas; los pueblos habrán trabajado en vano, y las naciones
sólo
para el fuego se habrán fatigado.
59
Mensaje que el profeta Jeremías mandó a Seraías, hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando fue con Sedequías, rey de Judá, a Babilonia en el año cuarto de su reinado. (Seraías era jefe de abastecimientos.)
60
Escribió, pues, Jeremías en un solo rollo toda la calamidad que había de venir sobre Babilonia,
es decir
, todas estas palabras que han sido escritas acerca de Babilonia.
61
Y Jeremías dijo a Seraías: Tan pronto llegues a Babilonia, lee en voz alta todas estas palabras,
62
y di: “Oh SEÑOR, tú
has
hablado acerca de este lugar, de destruirlo hasta que no quede morador en ella, ya sea hombre o animal, sino que desolación eterna será.”
63
Y tan pronto termines de leer este rollo, le atarás una piedra y lo arrojarás en medio del Eufrates,
64
y dirás: “Así se hundirá Babilonia y no se levantará más, por la calamidad que traeré sobre ella ; extenuados
sucumbirán
.” Hasta aquí las palabras de Jeremías.
Nueva Biblia de las Américas
1
Así dice el SEÑOR: “Levanto contra Babilonia Y contra los habitantes de Leb Camay (Caldea) El espíritu de un destructor.
2
Y enviaré extranjeros a Babilonia que la aventarán Y vaciarán su tierra; Porque estarán contra ella por todos lados El día de
su
tribulación.
3
Que no entese el arquero su arco, Ni se levante con su coraza; No perdonen a sus jóvenes; Entreguen a la destrucción todo su ejército.
4
Caerán muertos en la tierra de los Caldeos, Y traspasados en sus calles.”
5
Porque ni Israel ni Judá han sido abandonados Por su Dios, el SEÑOR de los ejércitos, Aunque su tierra está llena de culpa
Delante
del Santo de Israel.
6
Huyan de en medio de Babilonia, Y salve cada uno su vida. No perezcan por su culpa, Pues éste es el tiempo de la venganza del SEÑOR; El le dará su pago.
7
Copa de oro
ha sido
Babilonia en la mano del SEÑOR, Que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones; Se enloquecieron, por tanto, las naciones.
8
De repente cae Babilonia y se hace pedazos. Den gemidos por ella, Traigan bálsamo para su dolor; Quizá se cure.
9
Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado; Déjenla, y vayamos cada cual a su tierra, Porque ha llegado al cielo su juicio, Se ha elevado hasta las nubes.
10
El SEÑOR ha sacado
a la luz
nuestra justicia; Vengan y contemos en Sion La obra del SEÑOR nuestro Dios.
11
Afilen las flechas, llenen las aljabas; El SEÑOR ha despertado el espíritu de los reyes de Media, Porque Su plan contra Babilonia es destruirla; Porque ésta es la venganza del SEÑOR, la venganza de Su templo.
12
Levanten bandera contra los muros de Babilonia; Refuercen la guardia, Pongan centinelas, Preparen emboscadas; Porque el SEÑOR ha decidido, y también ejecutará Lo que habló acerca de los habitantes de Babilonia.
13
Oh, tú, que moras junto a muchas aguas, Rica en tesoros, Ha llegado tu fin, El término de tu codicia.
14
El SEÑOR de los ejércitos ha jurado por sí mismo: “Ciertamente te llenaré de hombres como langostas, Y entonarán contra ti gritos de victoria.”
15
El es el que hizo la tierra con Su poder, El que estableció el mundo con Su sabiduría, Y con Su inteligencia extendió los cielos.
16
Cuando El emite Su voz, hay tumulto de aguas en los cielos, Y hace subir las nubes desde los confines de la tierra. El produce los relámpagos para la lluvia, Y saca el viento de Sus depósitos.
17
Toda la humanidad es necia, falta de conocimiento; Se avergüenza todo orfebre de sus ídolos, Porque sus imágenes fundidas son engaño, Y no hay aliento en ellas.
18
Vanidad son, obra ridícula; En el tiempo de su castigo perecerán.
19
No es como estas
cosas
la porción de Jacob; Porque El es el Hacedor de todo, Y de la tribu de Su heredad; El SEÑOR de los ejércitos es Su nombre.
20
El dice
: “Eres Mi mazo,
Mi
arma de guerra; Contigo destrozaré naciones, Contigo destruiré reinos,
21
Contigo destrozaré el caballo y a su jinete, Contigo destrozaré el carro y al que lo conduce,
22
Contigo destrozaré al hombre y a la mujer, Contigo destrozaré al anciano y al joven, Contigo destrozaré al joven y a la virgen,
23
Contigo destrozaré al pastor y su rebaño, Contigo destrozaré al labrador y su yunta Y contigo destrozaré a los gobernadores y a los magistrados.
24
Y pagaré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea Todo el mal que han hecho en Sion Delante de los ojos de ustedes,” declara el SEÑOR.
25
“Yo estoy contra ti, monte destructor, Que destruyes toda la tierra,” declara el SEÑOR. “Extenderé Mi mano contra ti, Te haré rodar desde las peñas Y te reduciré a monte quemado.
26
Y no tomarán de ti piedra angular, Ni piedra para cimientos, Pues desolación eterna serás,” declara el SEÑOR.
27
Levanten señal (bandera) en la tierra, Toquen trompeta entre las naciones. Reúnan las naciones contra ella, Convoquen contra ella los reinos de Ararat, Mini y Asquenaz; Nombren contra ella capitán, Hagan subir caballos como langostas erizadas.
28
Reúnan a las naciones contra ella, A los reyes de Media, A sus gobernadores, a todos sus magistrados Y a toda la tierra de su dominio.
29
La tierra tiembla y se retuerce, Porque se cumplen los designios del SEÑOR contra Babilonia De hacer de la tierra de Babilonia Una desolación, sin habitantes.
30
Han dejado de luchar los valientes de Babilonia, Permanecen en las fortalezas; Se han agotado sus fuerzas, Se han vuelto
como
mujeres; Han sido incendiadas sus moradas, Rotos están sus cerrojos.
31
Un correo corre al encuentro de otro Y un mensajero al encuentro de otro, Para decirle al rey de Babilonia Que su ciudad ha sido tomada de un extremo
al otro
.
32
También los vados han sido ocupados, Y quemados a fuego los juncos, Y los guerreros están aterrados.
33
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: “La hija de Babilonia es como una era Al tiempo de ser pisoteada; Dentro de poco, le llegará el tiempo de la siega.”
34
“Me ha devorado
y
aplastado Nabucodonosor, rey de Babilonia, Me ha dejado
como
vaso vacío, Me ha tragado como un monstruo, Ha llenado su estómago de mis delicias, Me ha expulsado.
35
Caiga sobre Babilonia la violencia
hecha
a mí y a mi carne,” Dirá la moradora de Sion.
“Caiga
mi sangre sobre los habitantes de Caldea,” Dirá Jerusalén.
36
Por tanto, así dice el SEÑOR: “Yo defenderé tu causa, Y ejecutaré tu venganza; Secaré su mar Y haré que se sequen sus manantiales.
37
Y Babilonia se convertirá en escombros, en guarida de chacales, En objeto de horror y de burla, sin habitantes.
38
A una rugirán como leones, Gruñirán como cachorros de león.
39
Cuando entren en calor,
les
serviré su banquete Y los embriagaré, para que se diviertan, Duerman un sueño eterno Y no despierten,” declara el SEÑOR.
40
“Los haré bajar como corderos al matadero, Como carneros y machos cabríos.
41
¡Cómo ha sido tomada Sesac (Babilonia), Y arrebatada la gloria de toda la tierra! ¡Cómo se ha convertido Babilonia en objeto de horror entre las naciones!
42
El mar ha subido sobre Babilonia; Con la multitud de sus olas ha sido cubierta.
43
Sus ciudades se han convertido en desolación, En sequedal y lugar desolado; Una tierra en la cual nadie habita, Y por la cual ningún hijo de hombre pasa.
44
Y castigaré a Bel en Babilonia, Sacaré de su boca lo que se ha tragado, Y no afluirán más a él las naciones. Aun la muralla de Babilonia caerá.
45
Salgan de en medio de ella, pueblo Mío, Y salve cada uno su vida Del ardor de la ira del SEÑOR.
46
Y que no desmaye su corazón, Ni teman al rumor que se oirá en la tierra; Porque el rumor vendrá un año, Y después otro rumor en otro año, Y
habrá
violencia en la tierra Con gobernante contra gobernante.
47
Por tanto, vienen días En que castigaré a los ídolos de Babilonia. Toda su tierra será avergonzada, Y todos sus muertos caerán en medio de ella.
48
Entonces gritarán de gozo sobre Babilonia El cielo y la tierra y todo lo que en ellos hay, Porque del norte vendrán a ella destructores,” declara el SEÑOR.
49
Ciertamente caerá Babilonia por los muertos de Israel,
Como
también por Babilonia han caído los muertos de toda la tierra.
50
Los que escaparon de la espada, Caminen, no se detengan; Acuérdense desde lejos del SEÑOR, Y venga Jerusalén a su memoria.
51
Estamos avergonzados porque hemos oído la afrenta; La deshonra ha cubierto nuestros rostros, Porque extranjeros han entrado En los santuarios de la casa del SEÑOR.
52
“Por tanto, vienen días,” declara el SEÑOR, “en que castigaré a sus ídolos, Y por toda su tierra gemirán los heridos de muerte.
53
Aunque Babilonia ascienda a los cielos, Y aunque fortifique en lo alto su baluarte, De Mi parte llegarán destructores a ella,” declara el SEÑOR.
54
¡Clamor de gritos desde Babilonia, Y de gran destrucción de la tierra de los Caldeos!
55
Porque el SEÑOR destruirá a Babilonia, Y hará desaparecer de ella
su
gran bullicio. Bramarán sus olas como muchas aguas; Resonará el estruendo de sus voces.
56
Porque viene contra ella, contra Babilonia, el destructor, Sus valientes serán apresados, Quebrados están sus arcos; Porque Dios es el SEÑOR de retribuciones, Ciertamente dará la paga.
57
“Yo embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, A sus gobernantes, a sus magistrados y a sus valientes, Y dormirán un sueño eterno y no despertarán,” Declara el Rey cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos.
58
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: “La ancha muralla de Babilonia será totalmente arrasada, Y sus altas puertas quemadas; Los pueblos habrán trabajado en vano, Y las naciones
sólo
para el fuego se habrán fatigado.”
59
Mensaje que el profeta Jeremías mandó a Seraías, hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando fue con Sedequías, rey de Judá, a Babilonia en el año cuarto de su reinado. (Seraías era jefe de abastecimientos.)
60
Escribió, pues, Jeremías en un solo rollo toda la calamidad que había de venir sobre Babilonia,
es decir
, todas estas palabras que han sido escritas acerca de Babilonia.
61
Entonces Jeremías dijo a Seraías: “Tan pronto llegues a Babilonia, lee en voz alta todas estas palabras,
62
y di: ‘Oh SEÑOR, Tú
has
hablado acerca de este lugar, de destruirlo hasta que no quede morador en ella, ya sea hombre o animal, sino que desolación eterna será.’
63
Y tan pronto termines de leer este rollo, le atarás una piedra y lo arrojarás en medio del Eufrates,
64
y dirás: ‘Así se hundirá Babilonia y no se levantará más, por la calamidad que traeré sobre ella; extenuados
sucumbirán
.’” Hasta aquí las palabras de Jeremías.
Nueva Versión Internacional
1
Así dice el SEÑOR: «Voy a levantar un viento destructor contra Babilonia y la gente de Leb Camay.
2
Enviaré contra Babilonia gente que la lance por los aires, que la aviente como se avienta el trigo, hasta dejarla vacía. En el día de su calamidad la atacarán por todas partes.
3
Que no tense el arquero su arco, ni se vista la coraza. No perdonen a sus jóvenes; destruyan a su ejército por completo.
4
Caerán muertos en el país de los babilonios; serán traspasados en las calles.
5
Aunque Israel y Judá están llenos de culpa delante del Santo de Israel, no han sido abandonados por su Dios, el SEÑOR Todopoderoso.
6
»¡Huyan de Babilonia! ¡Sálvese quien pueda! No perezcan por causa de su iniquidad. Porque ha llegado la hora de que el SEÑOR tome venganza; ¡él le dará su merecido!
7
En la mano del SEÑOR Babilonia era una copa de oro que embriagaba a toda la tierra. Las naciones bebieron de su vino y se enloquecieron.
8
Pero de pronto Babilonia cayó hecha pedazos. ¡Giman por ella! Traigan bálsamo para su dolor; tal vez pueda ser curada.
9
»“Quisimos curar a Babilonia, pero no pudo ser sanada; abandonémosla, y regrese cada uno a su país, porque llega su condena hasta los cielos; ¡se eleva hasta las nubes!”
10
»“¡El SEÑOR nos ha vindicado! Vengan, que en Sión daremos a conocer lo que ha hecho el SEÑOR, nuestro Dios”.
11
»¡Afilen las flechas! ¡Ármense con escudos! El SEÑOR ha despertado el espíritu de los reyes de Media para destruir a Babilonia. Esta es la venganza del SEÑOR, la venganza por su templo.
12
¡Levanten el estandarte contra los muros de Babilonia! ¡Refuercen la guardia! ¡Pongan centinelas! ¡Preparen la emboscada! El SEÑOR cumplirá su propósito; cumplirá su decreto contra los babilonios.
13
Tú, que habitas junto a muchas aguas y eres rica en tesoros, has llegado a tu fin, al final de tu existencia.
14
El SEÑOR Todopoderoso ha jurado por sí mismo: “Te llenaré de enemigos, como de langostas, y sobre ti lanzarán gritos de victoria”.
15
»Con su poder hizo el SEÑOR la tierra; con su sabiduría afirmó el mundo; con su inteligencia extendió los cielos.
16
Ante su trueno, braman las lluvias en el cielo, y desde los confines de la tierra hace que suban las nubes; entre relámpagos desata la lluvia, y saca de sus depósitos el viento.
17
»Todo hombre es necio e ignorante; todo orfebre se avergüenza de sus ídolos. Sus ídolos son una mentira; no tienen aliento de vida.
18
Son absurdos, objetos de burla; en el tiempo del juicio serán destruidos.
19
La porción de Jacob no es como aquellos; su Dios es el creador de todas las cosas. Su nombre es el SEÑOR Todopoderoso; Israel es la tribu de su heredad.
20
»Tú eres mi mazo, mi arma de guerra; contigo destrozo naciones y reinos.
21
Contigo destrozo jinetes y caballos; contigo destrozo aurigas y carros de guerra.
22
Contigo destrozo hombres y mujeres; contigo destrozo jóvenes y ancianos, contigo destrozo jóvenes y doncellas.
23
Contigo destrozo pastores y rebaños; contigo destrozo labradores y yuntas, contigo destrozo jefes y gobernantes.
24
»Pero en presencia de ustedes les daré su merecido a Babilonia y a todos sus habitantes por todo el mal que han hecho en Sión —afirma el SEÑOR—.
25
»Estoy en contra tuya, monte del exterminio, que destruyes toda la tierra —afirma el SEÑOR—. Extenderé mi mano contra ti; te haré rodar desde los peñascos y te convertiré en monte quemado.
26
No volverán a tomar de ti piedra angular, ni piedra de cimiento, porque para siempre quedarás desolada —afirma el SEÑOR—.
27
»¡Levanten la bandera en el país! ¡Toquen la trompeta entre las naciones! ¡Convoquen contra ella a los reinos de Ararat, Mini y Asquenaz! ¡Pongan al frente un general! ¡Que avancen los caballos cual plaga de langostas!
28
¡Convoquen contra ella a las naciones, a los reyes de Media, y a sus gobernadores y oficiales! ¡Convoquen a todo su imperio!
29
La tierra tiembla y se sacude; se cumplen los planes de Dios contra Babilonia, al convertirla en un desierto desolado donde nadie ha de habitar.
30
Dejaron de combatir los guerreros de Babilonia; se escondieron en las fortalezas. Sus fuerzas se agotaron; se volvieron como mujeres. Sus moradas fueron incendiadas y destrozados sus cerrojos.
31
Corre un emisario tras el otro; un mensajero sigue a otro mensajero, para anunciarle al rey de Babilonia que toda la ciudad ha sido conquistada.
32
Los vados han sido ocupados, e incendiados los esteros; llenos de pánico quedaron los guerreros».
33
Porque así dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: «La bella Babilonia es como una era en el momento de la trilla; ¡ya le llega el tiempo de la cosecha!»
34
«Nabucodonosor, el rey de Babilonia, me devoró, me confundió; me dejó como un plato vacío. Me tragó como un monstruo marino, con mis delicias se ha llenado el estómago para luego vomitarme.
35
Dice Jerusalén: “¡Que recaiga sobre Babilonia la violencia que me hizo!” Dice la moradora de Sión: “¡Que mi sangre se derrame sobre los babilonios!”»
36
Por eso, así dice el SEÑOR: «Voy a defender tu causa, y llevaré a cabo tu venganza; voy a secar el agua de su mar, y dejaré secos sus manantiales.
37
Babilonia se convertirá en un montón de ruinas, en guarida de chacales, en objeto de horror y de burla, en un lugar sin habitantes.
38
Juntos rugen como leones; gruñen como cachorros de león.
39
Cuando entren en calor, les serviré bebida; los embriagaré para que se diviertan. Así dormirán un sueño eterno del que ya no despertarán —afirma el SEÑOR—.
40
Voy a llevarlos al matadero, como si fueran corderos; como carneros y chivos.
41
»¡Cómo ha sido capturada Sesac! ¡Cómo ha sido conquistado el orgullo de toda la tierra! Babilonia se ha convertido en un horror para las naciones.
42
El mar ha subido contra Babilonia; agitadas olas la han cubierto.
43
Desoladas han quedado sus ciudades: como un sequedal, como un desierto. Nadie habita allí; nadie pasa por ese lugar.
44
Voy a castigar al dios Bel en Babilonia; haré que vomite lo que se ha tragado. Ya no acudirán a él las naciones, ni quedará en pie el muro de Babilonia.
45
»¡Huye de ella, pueblo mío! ¡Sálvese quien pueda de mi ardiente ira!
46
No desfallezcan, no se acobarden por los rumores que corren por el país. Año tras año surgen nuevos rumores; cunde la violencia en el país, y un gobernante se levanta contra otro.
47
Se acercan ya los días en que castigaré a los ídolos de Babilonia. Toda su tierra será avergonzada; caerán sus víctimas en medio de ella.
48
Entonces el cielo y la tierra, y todo lo que hay en ellos, lanzarán gritos de júbilo contra Babilonia, porque del norte vendrán sus destructores —afirma el SEÑOR—.
49
»Babilonia tiene que caer por las víctimas de Israel, así como en toda la tierra cayeron las víctimas de Babilonia.
50
Ustedes, los que escaparon de la espada, huyan sin demora. Invoquen al SEÑOR en tierras lejanas, y no dejen de pensar en Jerusalén».
51
«Sentimos vergüenza por los insultos; estamos cubiertos de deshonra, porque han penetrado extranjeros en el santuario del SEÑOR».
52
«Por eso, vienen días en que castigaré a sus ídolos; a lo largo de todo el país gemirán sus heridos —afirma el SEÑOR—.
53
Aunque Babilonia suba hasta los cielos, y en lo alto fortifique sus baluartes, yo enviaré destructores contra ella —afirma el SEÑOR—.
54
»Se oyen clamores por la gran destrucción del país de Babilonia.
55
El SEÑOR la destruye por completo; pone fin a su bullicio. Rugen sus enemigos como olas agitadas; resuena el estruendo de su voz.
56
Llega contra Babilonia el destructor; sus guerreros serán capturados, y sus arcos serán hechos pedazos. Porque el SEÑOR es un Dios que a cada cual le da su merecido.
57
Voy a embriagar a sus jefes y a sus sabios; a sus gobernadores, oficiales y guerreros; y dormirán un sueño eterno, del que no despertarán», afirma el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR Todopoderoso.
58
Así dice el SEÑOR Todopoderoso: «Los anchos muros de Babilonia serán derribados por completo; sus imponentes puertas serán incendiadas. Los pueblos se agotan en vano, y las naciones se fatigan por lo que se desvanece como el humo».
59
Este es el mandato que el profeta Jeremías dio a Seraías, hijo de Nerías y nieto de Maseías, cuando fue a Babilonia con Sedequías, rey de Judá, durante el año cuarto de su reinado. Seraías era el jefe de este viaje.
60
Jeremías había descrito en un rollo todas las calamidades que le sobrevendrían a Babilonia, es decir, todo lo concerniente a ella.
61
Jeremías le dijo a Seraías: «En cuanto llegues a Babilonia, asegúrate de leerles todas estas palabras.
62
Luego diles: “SEÑOR, tú has dicho que vas a destruir este lugar, y que lo convertirás en una desolación perpetua, hasta que no quede en él un solo habitante, ni hombre ni animal”.
63
Cuando termines de leer el rollo, átale una piedra y arrójalo al Éufrates.
64
Luego diles: “Así se hundirá Babilonia, y nunca más se levantará del desastre que voy a traer sobre ella”». Aquí concluyen las palabras de Jeremías.
Reina-Valera 1960
1
Así ha dicho Jehová: He aquí que yo levanto un viento destruidor contra Babilonia, y contra sus moradores que se levantan contra mí.
2
Y enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, y vaciarán su tierra; porque se pondrán contra ella de todas partes en el día del mal.
3
Diré al flechero que entesa su arco, y al que se enorgullece de su coraza: No perdonéis a sus jóvenes, destruid todo su ejército.
4
Y caerán muertos en la tierra de los caldeos, y alanceados en sus calles.
5
Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel.
6
Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su vida, para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jehová; le dará su pago.
7
Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones.
8
En un momento cayó Babilonia, y se despedazó; gemid sobre ella; tomad bálsamo para su dolor, quizá sane.
9
Curamos a Babilonia, y no ha sanado; dejadla, y vámonos cada uno a su tierra; porque ha llegado hasta el cielo su juicio, y se ha alzado hasta las nubes.
10
Jehová sacó a luz nuestras justicias; venid, y contemos en Sion la obra de Jehová nuestro Dios.
11
Limpiad las saetas, embrazad los escudos; ha despertado Jehová el espíritu de los reyes de Media; porque contra Babilonia es su pensamiento para destruirla; porque venganza es de Jehová, y venganza de su templo.
12
Levantad bandera sobre los muros de Babilonia, reforzad la guardia, poned centinelas, disponed celadas; porque deliberó Jehová, y aun pondrá en efecto lo que ha dicho contra los moradores de Babilonia.
13
Tú, la que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.
14
Jehová de los ejércitos juró por sí mismo, diciendo: Yo te llenaré de hombres como de langostas, y levantarán contra ti gritería.
15
Él es el que hizo la tierra con su poder, el que afirmó el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con su inteligencia.
16
A su voz se producen tumultos de aguas en los cielos, y hace subir las nubes de lo último de la tierra; él hace relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.
17
Todo hombre se ha infatuado, y no tiene ciencia; se avergüenza todo artífice de su escultura, porque mentira es su ídolo, no tiene espíritu.
18
Vanidad son, obra digna de burla; en el tiempo del castigo perecerán.
19
No es como ellos la porción de Jacob; porque él es el Formador de todo, e Israel es el cetro de su herencia; Jehová de los ejércitos es su nombre.
20
Martillo me sois, y armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré naciones, y por medio de ti destruiré reinos.
21
Por tu medio quebrantaré caballos y a sus jinetes, y por medio de ti quebrantaré carros y a los que en ellos suben.
22
Asimismo por tu medio quebrantaré hombres y mujeres, y por medio de ti quebrantaré viejos y jóvenes, y por tu medio quebrantaré jóvenes y vírgenes.
23
También quebrantaré por medio de ti al pastor y a su rebaño; quebrantaré por tu medio a labradores y a sus yuntas; a jefes y a príncipes quebrantaré por medio de ti.
24
Y pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea, todo el mal que ellos hicieron en Sion delante de vuestros ojos, dice Jehová.
25
He aquí yo estoy contra ti, oh monte destruidor, dice Jehová, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano contra ti, y te haré rodar de las peñas, y te reduciré a monte quemado.
26
Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento; porque perpetuo asolamiento serás, ha dicho Jehová.
27
Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta en las naciones, preparad pueblos contra ella; juntad contra ella los reinos de Ararat, de Mini y de Askenaz; señalad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.
28
Preparad contra ella naciones; los reyes de Media, sus capitanes y todos sus príncipes, y todo territorio de su dominio.
29
Temblará la tierra, y se afligirá; porque es confirmado contra Babilonia todo el pensamiento de Jehová, para poner la tierra de Babilonia en soledad, para que no haya morador en ella.
30
Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se encerraron en sus fortalezas; les faltaron las fuerzas, se volvieron como mujeres; incendiadas están sus casas, rotos sus cerrojos.
31
Correo se encontrará con correo, mensajero se encontrará con mensajero, para anunciar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada por todas partes.
32
Los vados fueron tomados, y los baluartes quemados a fuego, y se consternaron los hombres de guerra.
33
Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: La hija de Babilonia es como una era cuando está de trillar; de aquí a poco le vendrá el tiempo de la siega.
34
Me devoró, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia, y me dejó como vaso vacío; me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó fuera.
35
Sobre Babilonia caiga la violencia hecha a mí y a mi carne, dirá la moradora de Sion; y mi sangre caiga sobre los moradores de Caldea, dirá Jerusalén.
36
Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que su corriente quede seca.
37
Y será Babilonia montones de ruinas, morada de chacales, espanto y burla, sin morador.
38
Todos a una rugirán como leones; como cachorros de leones gruñirán.
39
En medio de su calor les pondré banquetes, y haré que se embriaguen, para que se alegren, y duerman eterno sueño y no despierten, dice Jehová.
40
Los haré traer como corderos al matadero, como carneros y machos cabríos.
41
¡Cómo fue apresada Babilonia, y fue tomada la que era alabada por toda la tierra! ¡Cómo vino a ser Babilonia objeto de espanto entre las naciones!
42
Subió el mar sobre Babilonia; de la multitud de sus olas fue cubierta.
43
Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra en que no morará nadie, ni pasará por ella hijo de hombre.
44
Y juzgaré a Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que se ha tragado; y no vendrán más naciones a él, y el muro de Babilonia caerá.
45
Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida del ardor de la ira de Jehová.
46
Y no desmaye vuestro corazón, ni temáis a causa del rumor que se oirá por la tierra; en un año vendrá el rumor, y después en otro año rumor, y habrá violencia en la tierra, dominador contra dominador.
47
Por tanto, he aquí vienen días en que yo destruiré los ídolos de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de ella.
48
Los cielos y la tierra y todo lo que está en ellos cantarán de gozo sobre Babilonia; porque del norte vendrán contra ella destruidores, dice Jehová.
49
Por los muertos de Israel caerá Babilonia, como por Babilonia cayeron los muertos de toda la tierra.
50
Los que escapasteis de la espada, andad, no os detengáis; acordaos por muchos días de Jehová, y acordaos de Jerusalén.
51
Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta; la confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehová.
52
Por tanto, vienen días, dice Jehová, en que yo destruiré sus ídolos, y en toda su tierra gemirán los heridos.
53
Aunque suba Babilonia hasta el cielo, y se fortifique en las alturas, de mí vendrán a ella destruidores, dice Jehová.
54
¡Óyese el clamor de Babilonia, y el gran quebrantamiento de la tierra de los caldeos!
55
Porque Jehová destruirá a Babilonia, y quitará de ella la mucha jactancia; y bramarán sus olas, y como sonido de muchas aguas será la voz de ellos.
56
Porque vino destruidor contra ella, contra Babilonia, y sus valientes fueron apresados; el arco de ellos fue quebrado; porque Jehová, Dios de retribuciones, dará la paga.
57
Y embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes, a sus nobles y a sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
58
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: El muro ancho de Babilonia será derribado enteramente, y sus altas puertas serán quemadas a fuego; en vano trabajaron los pueblos, y las naciones se cansaron sólo para el fuego.
59
Palabra que envió el profeta Jeremías a Seraías hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando iba con Sedequías rey de Judá a Babilonia, en el cuarto año de su reinado. Y era Seraías el principal camarero.
60
Escribió, pues, Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia.
61
Y dijo Jeremías a Seraías: Cuando llegues a Babilonia, y veas y leas todas estas cosas,
62
dirás: Oh Jehová, tú has dicho contra este lugar que lo habías de destruir, hasta no quedar en él morador, ni hombre ni animal, sino que para siempre ha de ser asolado.
63
Y cuando acabes de leer este libro, le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Éufrates,
64
y dirás: Así se hundirá Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella; y serán rendidos. Hasta aquí son las palabras de Jeremías.
Biblia del Jubileo
1
Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo levanto sobre Babilonia, y sobre sus moradores que de corazón se levantan contra mí, un viento destruidor.
2
Y enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, y vaciarán su tierra; porque serán contra ella de todas partes en el día del mal.
3
Diré
al flechero que entesa su arco, y al que se pone orgulloso con su loriga: No perdonéis a sus jóvenes, destruid todo su ejército.
4
Y caerán muertos en la tierra de los caldeos, y alanceados en sus plazas.
5
Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, el SEÑOR de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel.
6
Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su alma, para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo
es
de venganza del SEÑOR; le dará su pago.
7
Vaso de oro
fue
Babilonia en la mano del SEÑOR, que embriaga toda la tierra; de su vino bebieron los gentiles; por tanto, enloquecerán las naciones.
8
En un momento cayó Babilonia, y se quebrantó; aullad sobre ella; tomad bálsamo para su dolor, por ventura sanará.
9
Curamos a Babilonia, y no ha sanado; dejadla, y vámonos cada uno a su tierra; porque ha llegado hasta el cielo su juicio, y se ha alzado hasta las nubes.
10
El SEÑOR sacó a luz nuestras justicias; venid, y contemos en Sion la obra del SEÑOR nuestro Dios.
11
Limpiad las saetas, embrazad los escudos; ha despertado el SEÑOR el espíritu de los reyes de Media; porque contra Babilonia
es
su pensamiento para destruirla; porque venganza
es
del SEÑOR, venganza
es
de su templo.
12
Levantad bandera sobre los muros de Babilonia, reforzad la guardia, poned centinelas, disponed celadas; porque deliberó el SEÑOR,
y
aun pondrá en efecto lo que dijo sobre los moradores de Babilonia.
13
La que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.
14
El SEÑOR de los ejércitos juró por su vida,
diciendo
: Yo te llenaré de hombres como de langostas, y cantarán sobre ti canción
de lagareros
.
15
El es el que hace la tierra con su fortaleza, el que afirma el mundo con su sabiduría, y extiende los cielos con su entendimiento;
16
el que da con
su
voz multitud de aguas del cielo; después hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus tesoros.
17
Todo hombre se ha vuelto carnal, y es sin ciencia; avergüéncese todo artífice de la escultura, porque mentira es su vaciadizo, que no tiene aliento.
18
Vanidad son, obra de irrisiones; en el tiempo de su visitación perecerán.
19
No
es
como ellos la parte de Jacob; porque él
es
el Formador de todo; e
Israel es
la vara de su heredad, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.
20
Martillo me sois, oh armas de guerra; y por
medio de
ti quebrantaré gentiles, y por
medio de
ti desharé reinos;
21
y por
medio de
ti quebrantaré caballos y sus cabalgadores, y por
medio de
ti quebrantaré carros y los que en ellos suben;
22
asímismo por
medio de
ti quebrantaré varones y mujeres, y por
medio de
ti quebrantaré viejos y mozos, y por
medio de
ti quebrantaré jóvenes y vírgenes;
23
también quebrantaré por
medio de
ti al pastor y a su manada; quebrantaré por
medio de
ti a labradores y sus yuntas; y duques y príncipes quebrantaré por
medio de
ti.
24
Y pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea, todo el mal de ellos que hicieron en Sion delante de vuestros ojos, dijo el SEÑOR.
25
He aquí yo contra ti, oh Monte destruidor, dijo el SEÑOR, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano sobre ti, y te haré rodar de las peñas, y te tornaré monte quemado.
26
Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento; porque perpetuos asolamientos serás, dijo el SEÑOR.
27
Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta entre los gentiles, apercibid naciones contra ella; juntad contra ella los reinos de Ararat, de Mini, y de Askenaz; señalad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.
28
Apercibid contra ella naciones; a reyes de Media, a sus capitanes, y a todos sus príncipes, y a toda la tierra de su señorío.
29
Y temblará la tierra, y se afligirá; porque confirmado es contra Babilonia todo el pensamiento del SEÑOR, para poner la tierra de Babilonia en soledad, y que no haya morador.
30
Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se estuvieron en sus fuertes; les faltó su fortaleza, se tornaron como mujeres; encendieron
los enemigos
sus casas, quebraron sus cerrojos.
31
Correo se encontrará con correo, mensajero se encontrará con mensajero, para noticiar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada por todas partes;
32
y los vados fueron tomados, y los carrizos fueron quemados a fuego, y se asombraron los hombres de guerra.
33
Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: La hija de Babilonia
es
como parva; tiempo es ya de trillarla; de aquí a poco le vendrá el tiempo de la siega.
34
Me comió, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia; me paró
como
vaso vacío; me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó.
35
Sobre Babilonia la violencia contra mí y mi carne, dirá la moradora de Sion; y mi sangre sobre los moradores de Caldea, dirá Jerusalén.
36
Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que quede seca su corriente.
37
Y será Babilonia para montones, morada de dragones, espanto y silbo, sin morador.
38
A una bramarán como leones; como cachorros de leones bramarán.
39
En su calor les pondré sus banquetes; y les haré que se embriaguen, para que se alegren, y duerman eterno sueño, y no despierten, dijo el SEÑOR.
40
Los haré traer como corderos al matadero, como carneros con cabros.
41
¡Cómo fue presa Sesac, y fue tomada la que era alabada por toda la tierra! ¡Cómo fue Babilonia por espanto entre los gentiles!
42
Subió el mar sobre Babilonia; de la multitud de sus ondas fue cubierta.
43
Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra que no morará en ella nadie, ni pasará por ella hijo de hombre.
44
Y visitaré al mismo Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que ha tragado; y no vendrán más a él gentiles; y el muro de Babilonia caerá.
45
Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida de la ira del furor del SEÑOR.
46
Y para que no desmaye vuestro corazón, y temáis a causa de la noticia que se oirá por la tierra, en un año vendrá la noticia, y después en otro año el rumor, y
luego vendrá
la violencia en la tierra, y el enseñoreador sobre el que enseñorea.
47
Por tanto, he aquí vienen días
que yo
visitaré las esculturas de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de ella.
48
Y los cielos y la tierra, y todo lo que
está
en ellos, darán alabanzas sobre Babilonia; porque del aquilón vendrán sobre ella destruidores, dijo el SEÑOR.
49
Pues que Babilonia
fue causa
que cayesen muertos de Israel, también por causa de Babilonia cayeron muertos de toda la tierra.
50
Los que escapasteis del cuchillo, andad, no os detengáis; acordaos por muchos días del SEÑOR, y acordaos de Jerusalén.
51
Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta; confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los Santuarios de la Casa del SEÑOR.
52
Por tanto, he aquí vienen días, dijo el SEÑOR,
que yo
visitaré sus esculturas, y en toda su tierra gemirán
los heridos
de muerte.
53
Si subiese Babilonia al cielo, y si fortaleciere en lo alto su fuerza, de mí vendrán a ella destruidores, dijo el SEÑOR.
54
¡Sonido de grito de Babilonia, y quebrantamiento grande de la tierra de los caldeos!
55
Porque el SEÑOR destruye a Babilonia, y quitará de ella el mucho estruendo; y bramarán sus ondas, como muchas aguas será el sonido de la voz de ellos;
56
porque vino destruidor contra ella, contra Babilonia, y sus valientes fueron presos, el arco de ellos fue quebrado; porque el SEÑOR, Dios de retribuciones, dará la paga.
57
Y embriagaré
a
sus príncipes y
a
sus sabios,
a
sus capitanes y
a
sus nobles y sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, el SEÑOR de los ejércitos
es
su Nombre.
58
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: El muro ancho de Babilonia será derribado enteramente, y sus altas puertas serán quemadas a fuego; y en vano trabajarán pueblos y naciones en el fuego
para salvarla
, y se cansarán.
59
Palabra que envió Jeremías profeta a Seraías hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando iba con Sedequías rey de Judá a Babilonia, el cuarto año de su reinado. Y
era
Seraías el principal camarero.
60
Escribió, pues, Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia.
61
Y dijo Jeremías a Seraías: Cuando llegares a Babilonia, y vieres y leyeres todas estas cosas,
62
dirás:
Oh
SEÑOR, tú has dicho contra este lugar que lo habías de talar, hasta no
quedar
en él morador, ni hombre ni animal, sino que para siempre ha de ser asolado.
63
Y será que cuando acabares de leer este libro, le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Eufrates,
64
y dirás: Así será anegada Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella; y serán rendidos. Hasta aquí
son
las profecías de Jeremías.
¿Qué significa Jeremías capitulo 51?
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¿Qué es el evangelio?
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