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Versión de la Biblia
LBLA
NBLA
NVI
RV1960
JBS
Libro
Habacuc
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Capítulo
1
2
3
Verso
1
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19
Habacuc capitulo 3
La Biblia de las Américas
1
Oración del profeta Habacuc, en
tono de
Sigionot.
2
Oh SEÑOR, he oído lo que se dice de ti
y
temí. Aviva, oh SEÑOR, tu obra en medio de los años, en medio de los años dala a conocer; en la ira, acuérdate de tener compasión.
3
Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán.
(Selah
) Su esplendor cubre los cielos, y de su alabanza está llena la tierra.
4
Su
resplandor es como la luz ; tiene rayos
que salen
de su mano, y allí se oculta su poder.
5
Delante de El va la pestilencia, y la plaga sigue sus pasos.
6
Se detuvo, e hizo temblar la tierra, miró e hizo estremecerse a las naciones. Sí, se desmoronaron los montes perpetuos, se hundieron las colinas antiguas. Sus caminos son eternos.
7
Bajo aflicción vi las tiendas de Cusán, temblaban las tiendas de la tierra de Madián.
8
¿Te indignaste, SEÑOR, contra los ríos? ¿Contra los ríos
fue
tu ira, contra el mar tu furor, cuando montaste en tus caballos, en tus carros de victoria ?
9
Tu arco fue desnudado por completo, las varas de castigo fueron juradas.
(Selah)
Con ríos hendiste la tierra ;
10
te vieron los montes
y
temblaron, el diluvio de aguas pasó; dio el abismo su voz, levantó en alto sus manos.
11
El sol
y
la luna se detuvieron en su sitio ; a la luz de tus saetas se fueron, al resplandor de tu lanza fulgurante.
12
Con indignación marchaste por la tierra ; con ira hollaste las naciones.
13
Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar a tu ungido. Destrozaste la cabeza de la casa del impío, descubriéndo
lo
de arriba abajo.
(Selah)
14
Traspasaste con sus
propios
dardos la cabeza de sus guerreros que irrumpieron para dispersarnos ; su regocijo
fue
como el de los que devoran en secreto a los oprimidos.
15
Marchaste por el mar con tus caballos, en el oleaje de las inmensas aguas.
16
Oí, y se estremecieron mis entrañas ; a
tu
voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, al pueblo que se levantará para invadirnos.
17
Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas ;
aunque
falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento;
aunque
falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los establos,
18
con todo yo me alegraré en el SEÑOR, me regocijaré en el Dios de mi salvación.
19
El Señor DIOS es mi fortaleza ; El ha hecho mis pies como
los de
las ciervas, y por las alturas me hace caminar. Para el director del coro, con mis instrumentos de cuerda.
Nueva Biblia de las Américas
1
Oración del profeta Habacuc, en
tono de
Sigionot (Canto vehemente).
2
Oh SEÑOR, he oído lo que se dice de Ti
y
temí. Aviva, oh SEÑOR, Tu obra en medio de los años, En medio de los años dala a conocer; En la ira, acuérdate de tener compasión.
3
Dios viene de Temán, Y el Santo, del Monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, Y de Su alabanza está llena la tierra.
4
Su
resplandor es como la luz; Tiene rayos
que salen
de Su mano, Y allí se oculta Su poder.
5
Delante de El va la pestilencia, Y la plaga sigue Sus pasos.
6
Se detuvo, e hizo temblar la tierra, Miró e hizo estremecerse a las naciones. Sí, se desmoronaron los montes perpetuos, Se hundieron las colinas antiguas. Sus caminos son eternos.
7
Bajo aflicción vi las tiendas de Cusán, Temblaban las tiendas de la tierra de Madián.
8
¿Te indignaste, SEÑOR, contra los ríos? ¿Contra los ríos
fue
Tu ira, Contra el mar Tu furor, Cuando montaste en Tus caballos, En Tus carros de victoria?
9
Tu arco fue desnudado por completo, Las varas de castigo fueron juradas.
(Selah)
Con ríos hendiste la tierra.
10
Te vieron los montes
y
temblaron, El diluvio de aguas pasó; Dio el abismo su voz, Levantó en alto sus manos.
11
El sol
y
la luna se detuvieron en su sitio; A la luz de Tus flechas se fueron, Al resplandor de Tu lanza fulgurante.
12
Con indignación marchaste por la tierra; Con ira pisoteaste las naciones.
13
Saliste para salvar a Tu pueblo, Para salvar a Tu ungido. Destrozaste la cabeza de la casa del impío, Descubriéndo
lo
de arriba abajo.
(Selah)
14
Traspasaste con sus
propios
dardos La cabeza de sus guerreros Que irrumpieron para dispersarnos; Su regocijo
fue
como el de los que devoran en secreto a los oprimidos.
15
Marchaste por el mar con Tus caballos, En el oleaje de las inmensas aguas.
16
Oí, y se estremecieron mis entrañas; A
Tu
voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, Y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, Al pueblo que se levantará para invadirnos.
17
Aunque la higuera no eche brotes, Ni haya fruto en las viñas;
Aunque
falte el producto del olivo, Y los campos no produzcan alimento;
Aunque
falten las ovejas del redil, Y no haya vacas en los establos,
18
Con todo yo me alegraré en el SEÑOR, Me regocijaré en el Dios de mi salvación.
19
El Señor DIOS es mi fortaleza; El ha hecho mis pies como
los de
las ciervas, Y por las alturas me hace caminar. Para el director del coro, con mis instrumentos de cuerda.
Nueva Versión Internacional
1
Oración del profeta Habacuc. Según
sigionot
.
2
SEÑOR, he sabido de tu fama; tus obras, SEÑOR, me dejan pasmado. Realízalas de nuevo en nuestros días, dalas a conocer en nuestro tiempo; en tu ira, ten presente tu misericordia.
3
De Temán viene Dios, del monte de Parán viene el Santo.
Selah
Su gloria cubre el cielo y su alabanza llena la tierra.
4
Su brillantez es la del relámpago; rayos brotan de sus manos; ¡tras ellos se esconde su poder!
5
Una plaga mortal lo precede, un fuego abrasador le sigue los pasos.
6
Se detiene, y la tierra se estremece; lanza una mirada, y las naciones tiemblan. Se desmoronan las antiguas montañas y se desploman las viejas colinas, pero los caminos de Dios son eternos.
7
He visto afligidos los campamentos de Cusán, y angustiadas las moradas de Madián.
8
¿Te enojaste, oh SEÑOR, con los ríos? ¿Estuviste airado contra las corrientes? ¿Tan enfurecido estabas contra el mar que cabalgaste en tus caballos y montaste en tus carros victoriosos?
9
Descubriste tu arco, llenaste de flechas tu aljaba.
Selah
Tus ríos surcan la tierra;
10
las montañas te ven y se retuercen. Pasan los torrentes de agua, y ruge el abismo, levantando sus manos.
11
El sol y la luna se detienen en el cielo por el fulgor de tus veloces flechas, por el deslumbrante brillo de tu lanza.
12
Indignado, marchas sobre la tierra; lleno de ira, trillas a las naciones.
13
Saliste a liberar a tu pueblo, saliste a salvar a tu ungido. Aplastaste al rey de la perversa dinastía, ¡lo desnudaste de pies a cabeza!
Selah
14
Con tu lanza les partiste la cabeza a sus guerreros, que enfurecidos querían dispersarme, que con placer arrogante se lanzaron contra mí, como quien se lanza contra un pobre indefenso.
15
Pisoteaste el mar con tus corceles, agitando las inmensas aguas.
16
Al oírlo, se estremecieron mis entrañas; a su voz, me temblaron los labios; la carcoma me caló en los huesos, y se me aflojaron las piernas. Pero yo espero con paciencia el día en que la calamidad vendrá sobre la nación que nos invade.
17
Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos;
18
aun así, yo me regocijaré en el SEÑOR, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!
19
El SEÑOR omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas.
Al director musical. Sobre instrumentos de cuerda.
Reina-Valera 1960
1
Oración del profeta Habacuc, sobre Sigionot.
2
Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
3
Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde el monte de Parán.
Selah
Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.
4
Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder.
5
Delante de su rostro iba mortandad, Y a sus pies salían carbones encendidos.
6
Se levantó, y midió la tierra; Miró, e hizo temblar las gentes; Los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos.
7
He visto las tiendas de Cusán en aflicción; Las tiendas de la tierra de Madián temblaron.
8
¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos? ¿Contra los ríos te airaste? ¿Fue tu ira contra el mar Cuando montaste en tus caballos, Y en tus carros de victoria?
9
Se descubrió enteramente tu arco; Los juramentos a las tribus fueron palabra segura.
Selah
Hendiste la tierra con ríos.
10
Te vieron y tuvieron temor los montes; Pasó la inundación de las aguas; El abismo dio su voz, A lo alto alzó sus manos.
11
El sol y la luna se pararon en su lugar; A la luz de tus saetas anduvieron, Y al resplandor de tu fulgente lanza.
12
Con ira hollaste la tierra, Con furor trillaste las naciones.
13
Saliste para socorrer a tu pueblo, Para socorrer a tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Descubriendo el cimiento hasta la roca.
Selah
14
Horadaste con sus propios dardos las cabezas de sus guerreros, Que como tempestad acometieron para dispersarme, Cuyo regocijo era como para devorar al pobre encubiertamente.
15
Caminaste en el mar con tus caballos, Sobre la mole de las grandes aguas.
16
Oí, y se conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.
17
Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales;
18
Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
19
Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.
Al jefe de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas.
Biblia del Jubileo
1
Oración de Habacuc profeta, por las ignorancias.
2
Oh SEÑOR, he oído tu palabra, y temí. Oh SEÑOR, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
3
Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán, (Selah.) Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.
4
Y
su
resplandor fue como la luz; cuernos le salían de su mano; y allí
estaba
escondida su fortaleza.
5
Delante de su rostro iba mortandad, y de sus pies salían carbones encendidos.
6
Se paró, y midió la tierra: miró, e hizo salir los gentiles; y los montes antiguos fueron desmenuzados, los collados antiguos; los caminos del mundo se humillaron a él.
7
En nada vi las tiendas de Cusán; las tiendas de la tierra de Madián temblaron.
8
¿Oh SEÑOR, contra los ríos te airaste? ¿Contra los ríos fue tu enojo? ¿Tu ira
fue
contra el mismo mar, Cuando subiste sobre tus caballos, y sobre tus carros de salud?
9
Se descubrió enteramente tu arco;
y
los juramentos a las tribus, Palabra eterna, cuando partiste la tierra con ríos.
10
Te vieron, y tuvieron temor los montes; pasó la inundación de las aguas; el abismo dio su voz, la hondura alzó sus manos.
11
El sol y la luna se pararon en su estancia; a la luz de tus saetas anduvieron, y al resplandor de tu fulgente lanza.
12
Con ira hollaste la tierra, con furor trillaste los gentiles.
13
Saliste para salvar
a
tu pueblo, para salvar con tu Ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, desnudando el cimiento hasta el cuello. Selah.
14
Horadaste con sus báculos las cabezas de sus villas, que como tempestad acometieron para derramarme; su orgullo
era
como para devorar al pobre encubiertamente.
15
Hiciste camino en el mar a tus caballos, por montón de grandes aguas.
16
Oí, y tembló mi vientre; a la voz se batieron mis labios; pudrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí; para reposar en el día de la angustia, cuando viniere al pueblo para destruirlo.
17
Porque la higuera no florecerá, ni en las vides habrá fruto; la obra de la oliva mentirá, y los labrados no darán mantenimiento; las ovejas serán taladas de la majada, y en los corrales no habrá vacas;
18
pero yo en el SEÑOR me alegraré, y en el Dios de mi salud me gozaré.
19
El Señor DIOS
es
mi fortaleza, el cual pondrá mis pies como de ciervas, y sobre mis alturas me hará andar victorioso en mis instrumentos de música.
¿Qué significa Habacuc capitulo 3?
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Resumen del libro
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¿Qué es el evangelio?
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