Capítulo
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Visión general de Miqueas

Tipo de Libro: El sexto libro de los Profetas Menores; el libro trigésimo tercero del Antiguo Testamento; el trigésimo tercer libro de la Biblia.

Autor: Miqueas, tal y como aparece en Miqueas 1:1.

Audiencia: Miqueas escribió para el pueblo judío que vivía en Judea durante los reinados de tres reyes: Jotán, Ajaz y Ezequías. La prosperidad que había florecido bajo los reyes anteriores de Judá estaba decayendo, mientras que al mismo tiempo estaba aumentando la adoración de ídolos. Muchos samaritanos habían emigrado a Judá después de la destrucción de Samaria, y trajeron consigo su falso sistema de adoración. Miqueas les advirtió contra la adoración de otros dioses, prediciendo que la distante Babilonia algún día derrotaría a Judá como parte del juicio de Dios.

Fecha: Escrito entre el 735 y el 700 a.C. aproximadamente.

Resumen: Miqueas consta de siete capítulos que se pueden organizar en tres secciones principales. La primera sección (Miqueas 1—2) se centra en el juicio de Dios sobre Samaria, Judá y los falsos profetas. Primero habla del juicio de Samaria y Judá (Miqueas 1: 2–16), seguido de un juicio adicional sobre quienes los oprimieron (Miqueas 2: 1–5). En Miqueas 2:6–11, el enfoque cambia y se condena a los falsos maestros de la época de Miqueas, quienes estaban descarriando a la gente. Los últimos dos versículos de esta sección (Miqueas 2:12–13) mencionan brevemente la liberación que estaba por venir.

La segunda sección (Miqueas 3—5) juzga a los líderes del pueblo y habla sobre su futura liberación con Dios como su líder supremo. Los líderes en ese momento iban a ser declarados culpables de haber cometido varios pecados contra el Señor. En lugar de depender de ellos, Dios personalmente vendría un día a rescatar y redimir a su pueblo (Miqueas 4:1—5:15).

La tercera sección habla de la liberación final de Dios (Miqueas 6—7). Lo que comienza como un mensaje de melancolía y lamento (Miqueas 6:1—7:6) pasa a convertirse en la celebración de una victoria futura. Miqueas señala: "Yo, por mi parte, pondré la mirada en el Señor, y esperaré en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios habrá de escucharme!" (Miqueas 7:7).

Los últimos tres versículos terminan con algo más de confianza, haciendo hincapié en el perdón, el amor inquebrantable, la compasión y la fidelidad que Dios siente hacia Su pueblo (Miqueas 7:18–20).

Versículos clave (RVC)

Miqueas 1:2: Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti; y Jehová el Señor, el Señor desde su santo templo, sea testigo contra vosotros.

Miqueas 5:2: Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Miqueas 6:8: Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Miqueas 7:18–19: ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.

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